Resurgiendo de las cenizas - Capítulo 904
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Capítulo 905
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Se sentía un poco inquieta y le recordó a Ethan una vez más: «Durante este tiempo, no le cuentes a nadie lo de mi matrimonio falso».
Ethan asintió levemente, pero en el fondo ya había roto su promesa.
«Muy bien, entonces. Acuéstate temprano, mañana tienes clase», dijo Maia antes de darse la vuelta y marcharse.
Ethan la vio alejarse antes de dirigirse lentamente a su habitación.
Una vez dentro, cerró la puerta con llave y se apoyó contra ella, murmurando para sí mismo: «Maia, no me guardes rencor. Lo hago por tu propio bien… El único hombre que creo que es lo suficientemente excelente como para ser tu marido es JusticeBlaze… Hurst Cooper. Y muy pronto, su hija Melanie le convencerá para que te lo cuente todo… Maia, tienes que aprovechar esta oportunidad».
Esa idea le rondaba la cabeza, así que abrió Twitter y buscó el perfil de JusticeBlaze.
Como era de esperar, JusticeBlaze acababa de publicar un comentario mordaz sobre las locuras de Vince.
Lo que no sabía era que el auténtico JusticeBlaze estaba sentado en casa, esperando a que Maia regresara.
Para entonces, Maia acababa de salir de Marvelous Garden.
Una brisa fresca soplaba en el aire de la tarde y la calle estaba desierta.
Solo una luna brillante colgaba en silencio en el cielo nocturno.
Miró hacia la luna y, de repente, sintió como si estuviera soñando.
El día había estado tan lleno de acontecimientos que sus sentimientos aún estaban revueltos.
Maia sacó su teléfono y abrió una aplicación para reservar un taxi.
Mientras esperaba el taxi, empezó a ordenar sus pensamientos.
Tenía que planificar cuidadosamente sus próximos pasos para ahorrar tiempo y alcanzar sus objetivos más rápidamente.
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En ese momento, había tres asuntos esenciales.
El primero de la lista era la operación de Chris.
Sentía que estaba en una carrera contra el reloj. Maia sabía que sus habilidades aún no eran lo suficientemente buenas como para operar a Chris. Tenía que dedicarse de lleno a estudiar y practicar cirugía a largo plazo.
Lo siguiente en su lista era acabar con el Grupo Cooper y hacerse con el control del mismo. Había conseguido derrotar y humillar a Mariana de nuevo en la exposición de arte de Sceibar, lo cual fue toda una sorpresa. Estaba segura de que Kiley no iba a dejar pasar eso, y que incluso podría llamar la atención de Kolton.
Por último, necesitaba encontrar cualquier pista sobre sus verdaderos padres y resolver el misterio de su origen. Esa inquietud no era nueva para Maia… Incluso pensó que podría estar relacionada con la muerte de sus padres en aquel accidente.
Mientras esas preocupaciones le rondaban por la cabeza, Maia dejó escapar un suspiro silencioso. Cada problema exigía toda su atención y no se resolvería de la noche a la mañana. Mientras sus pensamientos se agitaban, de repente tuvo la inquietante sensación de que alguien la estaba mirando fijamente.
Sobresaltada, se giró instintivamente. Pero la calle detrás de ella estaba vacía, solo se veían las sombras de los árboles meciéndose suavemente bajo las farolas.
Aun así, la sensación era indudablemente real. Cuando estaba encerrada, Zoey la había entrenado duramente para agudizar su estado de alerta. Si Maia pasaba por alto incluso el más mínimo indicio de que la estaban observando, Zoey haría que alguien le lanzara sacos de arena. Por eso, Maia se volvió muy sensible a cualquier mirada hostil.
«Esto es extraño…», frunció el ceño Maia, sintiendo una punzada de recelo en el pecho. Después de mirar a su alrededor, se susurró a sí misma: «Quizás solo estoy nerviosa». Sacudió la cabeza y desvió la mirada hacia otro lado.
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