Resurgiendo de las cenizas - Capítulo 873
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 874
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Sandra, atraída por el alboroto, se apresuró a acercarse. Cuando sus ojos se posaron en el teléfono de Richard, se quedó paralizada, como si hubiera despertado sobresaltada de una pesadilla.
Era como si el tiempo se hubiera retrocedido cuatro años, a cuando Maia, aún hija de la familia Morgan, permanecía fielmente al lado de Vince y los dos habían terminado juntos.
Pero ahora, Maia ya estaba casada con otra persona. Y Vince le estaba pidiendo matrimonio en ese mismo momento. ¿Se había vuelto completamente loco?
A su lado, Jarrod se puso de pie de un salto. —Papá, mamá, mirad, la reacción de Maia parece extraña.
Entrecerró los ojos para ver la transmisión en vivo y frunció el ceño. «¡Miren! No parece dispuesta en absoluto. ¿No está tratando de impedir que Vince haga algo precipitado? ¿Podría ser que… Vince la esté amenazando de alguna manera?».
Richard frunció aún más el ceño. Miró fijamente la pantalla, tratando de atar cabos. Entonces, sus ojos se agudizaron.
«Exacto. Está claro que Maia no está de acuerdo, está intentando calmarlo. ¿Qué demonios está pasando?».
En ese momento, a Sandra se le ocurrió una idea, mitad nacida de los rumores, mitad tomada de los melodramas. Su rostro palideció. «¿Podría ser que Vince esté amenazando con saltar de un edificio si Maia dice que no? ¿Es por eso que ella sigue intentando detenerlo?».
Durante un instante, la habitación se llenó de un silencio sepulcral. La idea de Sandra, por descabellada que pareciera, le parecía inquietantemente posible.
La expresión de Jarrod se volvió grave. Miró de la transmisión en vivo a su madre, con una mezcla de incredulidad y preocupación en la mirada. «No puede ser… ¿Vince realmente ha perdido la cabeza?».
Mientras tanto, en la sede del Grupo Cooper.
En la silenciosa quietud de la oficina de la última planta, Claudius estaba sentado detrás de su escritorio, con la mirada fija en la pantalla del ordenador y el rostro convertido en una cuidadosa máscara que no delataba nada.
Encuentra más capítulos en ɴσνє𝓁α𝓼𝟜ƒα𝓷.𝓬0𝓂
Apretaba un bolígrafo con tanta fuerza que amenazaba con astillarse, pero no había escrito ni una sola palabra.
La retransmisión en directo ocupaba el centro de su pantalla. Vince, con los ojos desorbitados y desesperado, estaba desnudando su corazón en público.
«Maia, ¿quieres casarte conmigo?».
El bolígrafo se rompió limpiamente bajo los dedos apretados de Claudius.
Aun así, se obligó a permanecer en silencio, manteniendo una apariencia de compostura. Pero por dentro, sus pensamientos giraban como un ciclón: turbulentos, inquietos, imposibles de silenciar.
Su mirada seguía fría, su corazón atrapado en un cruel suspense.
En su interior, susurró, casi como si intentara convertirlo en realidad: «Maia, no te atrevas a decirle que sí a Vince».
En otro lugar, en la villa de la familia Cooper, Kolton se apoyó contra la ventana, haciendo girar una copa de vino tinto.
La retransmisión en directo se reproducía en la televisión, y una leve sonrisa burlona se dibujó en sus labios. Observó el oscuro remolino del vino con abierto desdén.
«Vince… tan desesperado que bailarías con la muerte misma, todo por Maia», pensó con desprecio.
Kolton se volvió hacia su asistente con una voz afilada como un cuchillo. —Parece que la familia Ward quiere subirse al carro de Maia. En ese caso…
Hizo una pausa y entrecerró los ojos mientras continuaba: «Wront ya no necesita a la familia Ward».
.
.
.