Resurgiendo de las cenizas - Capítulo 677
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Capítulo 677:
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Sin ella, hoy no existiría Shiloh.
Zoey asintió con satisfacción y volvió a centrar su atención en la pantalla del televisor.
Dejó la taza de café sobre la mesa. «Esto aún no ha terminado».
En la pantalla, Richard se desplomó en su silla en el escenario. En lugar de destruir a Maia, solo había conseguido ganarse la simpatía y la admiración del público.
El ambiente estaba cargado de elogios hacia Maia y duras críticas hacia él, junto con crecientes dudas sobre sus acusaciones contra el carácter de ella. Estaba completamente derrotado, y la conversación del público volvió a cambiar.
«Maia mantuvo su inocencia durante todo el tiempo que estuvo en prisión. ¿Se investigó adecuadamente ese caso? ¿Realmente robó algo?».
«Maia parece una persona tan buena, tan auténtica y amable. ¿Cómo podría ser una ladrona? ¡Creo que le tendieron una trampa!».
«¿No acaba de insistir Richard en que trataba bien a Maia? Si la familia Morgan era tan generosa, ¿qué es lo que no podían permitirse comprar para Maia? ¿Qué motivo tendría ella para robar? ¡Nada de esto tiene sentido!».
Una voz femenina aguda cortó de repente el murmullo de las conversaciones. «¡Eso es absolutamente falso! ¡Maia es una ladrona, y yo misma lo presencié!».
Todo el público se sobresaltó, girando la cabeza para localizar el origen de aquella discordante interrupción.
Una mujer, completamente cubierta con una gabardina y gafas de sol extragrandes, subió al escenario.
Se quitó lentamente el sombrero y las gafas de sol, y reveló un rostro que nadie esperaba ver. Era Rosanna.
Se oyeron exclamaciones entre la multitud. ¿Cómo había llegado hasta allí?
Todo el recinto se quedó paralizado.
Richard abrió los ojos como platos. ¿No se suponía que Rosanna estaba en casa? ¿Cómo había acabado aquí, de entre todos los lugares?
Sin embargo, su llegada podría no ser un giro tan malo. Una chispa de satisfacción brilló en el rostro de Richard.
La expresión de Sandra se tornó sombría al instante. —¿Rosanna? ¿No te dije que te quedaras en casa y no vinieras aquí?
Frente a los flashes de las cámaras, Rosanna levantó la barbilla y habló con voz clara y decidida. «¡Mi padre no mintió! Hace cuatro años, Maia realmente robó la posesión más preciada de Radiant Jewels».
Miró a Maia con evidente resentimiento y siguió adelante. «Las pruebas de entonces eran sólidas. La policía encontró el objeto en el bolso de Maia; de lo contrario, no la habrían condenado ni encerrado durante cuatro años. Y antes de eso, ¡me dijo más de una vez lo mucho que deseaba esa joya!».
La voz de Rosanna se tensó por la furia mientras continuaba: «Y puedes comprobar sus expedientes escolares si necesitas más pruebas: faltaba a clase, se metía en peleas, suspendía todas las asignaturas. Sus notas eran un desastre. Nada de esto es calumnia. Todo está documentado».
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