Resurgiendo de las cenizas - Capítulo 653
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Capítulo 653:
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Para sorpresa de los allí reunidos, dos figuras se adelantaron, una al lado de la otra.
Un murmullo recorrió la multitud cuando alguien cercano exclamó: «¡Mirad! ¡Son Maia y Pattie!».
Maia se dirigió hacia el escenario con paso firme, vestida con un elegante traje beige y un maletín negro que se balanceaba a su lado con cada paso decidido.
Justo detrás de ella, Pattie, vestida con una llamativa gabardina roja, la seguía con el mismo aplomo.
Juntas, las dos irradiaban una presencia imponente, y era imposible pasar por alto su confianza mientras avanzaban.
Una fracción de segundo después, todas las cámaras de la sala giraron, enfocando sus objetivos hacia Maia y Pattie para capturar cada uno de sus movimientos.
Casi de inmediato, el chat en vivo estalló en un frenesí.
«¿Maia realmente tiene el descaro de aparecer en público de nuevo?».
«¿Cómo puede una plagiadora entrar como si fuera la dueña del lugar? ¿No siente ninguna vergüenza?».
«Solo está aquí para sabotear el lanzamiento del producto de Lark. ¡Qué vergüenza!».
«¿Ha perdido la cabeza? Quizás planea hacerse la víctima y suplicar clemencia a Alice, con la esperanza de eludir la indemnización».
La agitación de la multitud aumentó, convirtiendo el lugar en una escena caótica.
Decenas de espectadores se pusieron en pie, lanzando acusaciones e insultos hacia Maia y Pattie.
«Maia, ¿no te queda ni una pizca de dignidad? ¡Todo el mundo sabe lo que has hecho y sigues apareciendo aquí como si nada!».
«¡Vete de aquí! ¡Deja de hacer el ridículo! ¡Los ladrones como tú deberían estar entre rejas!».
Los gritos y las acusaciones resonaban en la sala mientras el caos apenas contenido se arremolinaba a su alrededor.
De repente, un contingente de guardaespaldas con impecables trajes negros se adelantó, formando una sólida barrera entre la multitud enfurecida y las dos mujeres.
Cada guardaespaldas tomó su posición con silenciosa disciplina, protegiendo eficazmente a Maia y Pattie mientras se abrían paso entre la multitud, dirigiéndose directamente al escenario.
En ese momento, el rostro de Larkin se ensombreció, pero hizo un gesto a los guardias de seguridad.
«Dejadlas pasar. Quiero que Maia hable, yo mismo la escucharé».
A decir verdad, la propia seguridad de Larkin nunca habría podido detener el avance si Pattie y Maia realmente hubieran querido llegar al escenario.
Los guardaespaldas de Pattie se movían como una unidad bien entrenada, todos ellos altos y de hombros anchos, cuya mera presencia bastaba para intimidar a la mayoría de los adversarios.
Esta demostración de fuerza no sirvió para calmar a la multitud; más bien al contrario, solo avivó la irritación del público.
«¿Así que este es el nuevo truco de MCN? ¿Han venido aquí solo para crear problemas?».
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