Resurgiendo de las cenizas - Capítulo 596
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 596
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
¡Este alijo serviría!
¡Pasara lo que pasara, hoy tenía que ayudar a su hermano a conquistar el corazón de Maia! En cuanto a Pattie, como se negaba a marcharse, Elvira planeaba emborracharla lo suficiente como para que dejara de entrometerse.
—Elvira, ¿no es demasiado? —Maia hizo una mueca de dolor al ver la montaña de bebidas y sintió que le empezaba a doler la cabeza. Estaba segura de que no se emborracharía, pero si Roland y Pattie lo hacían, la cosa se pondría fea.
—No te preocupes. Yo me encargo. Además, Pattie probablemente aguanta bien el alcohol, ¿no? —Elvira sirvió una copa a Pattie y dijo—: ¡Vamos, Pattie, brindemos!
Pattie se relajó en el sofá, con una leve sonrisa en los labios. —Está bien, pero no te emborraches antes que yo.
Elvira la estaba subestimando si pensaba que un poco de alcohol la dejaría fuera de combate.
Maia sabía que no podía detenerlas, así que decidió dejarlo estar.
Después de varias rondas, el ambiente se animó.
Pattie acababa de terminar unas cuantas canciones cuando Elvira cogió el micrófono y se lo pasó a Maia. «Quiero escuchar esta. Maia, cántala con mi hermano».
Le pasó otro micrófono a Roland y le susurró: «Buena suerte». En la gran pantalla apareció un clásico dúo de amor.
Maia dudó, a punto de hablar, cuando Pattie se levantó de repente.
«Esta la sé. ¡Voy a cantarla con el señor Cullen!», dijo con confianza, extendiendo la mano y mirando a Roland a los ojos.
Él la miró, pero permaneció en silencio.
Maia se detuvo y le entregó el micrófono.
Antes de que Pattie pudiera cogerlo, Elvira la detuvo.
—Pattie —dijo Elvira, devolviéndole el micrófono a Maia con una sonrisa inocente—. Pedí esta canción específicamente para Maia. Si quieres cantar, pediré otra para ti más tarde. Me perdí la actuación en directo de Maia en la última competición. ¿Puedes concederme este pequeño deseo hoy? Y lo digo en serio: ¡mi hermano canta la parte masculina a la perfección!». A continuación, se volvió hacia Maia y le apretó la mano. «Por favor, tengo muchas ganas de que « » te oiga cantar con él». Maia se quedó sin palabras. Se dio cuenta del plan de Elvira, pero no pudo resistirse a su insistencia, así que finalmente accedió.
Capítulos recién salidos en ɴσνєʟα𝓼4ƒα𝓷.c○𝗺 actualizado
Las luces se centraron en ellos, iluminando el escenario como en un sueño. Bajo la atenta mirada de Elvira, Maia y Roland se colocaron en el centro de la sala.
Cuando comenzó la música, empezaron a cantar.
La voz de Maia era suave y dulce, mientras que la de Roland era rica y profunda. Ambos cantaban bien, pero había algo que no encajaba, como un espacio invisible entre ellos.
Incluso estando uno al lado del otro, sus voces no terminaban de armonizar.
Pattie no pudo contener la risa y le lanzó una mirada cómplice a Elvira. «Ya sabes lo que dicen: el amor no se puede forzar».
Elvira se mantuvo tranquila, pero gritó palabras de ánimo a Roland. «¡Vamos, Roland! Es una canción de amor. ¿Por qué estás tan lejos de Maia? ¡Acércate! ¡Mírala a los ojos! ¡Muéstrale tus sentimientos!».
Maia esbozó una sonrisa forzada, deseando que la canción terminara pronto.
Entonces, cuando llegó el estribillo, ¡la puerta se abrió de golpe!
Una voz masculina perezosa resonó: «Vaya, qué animado está aquí. Me preguntaba por qué me sonaba tan familiar esa voz. Resulta que es la señorita Watson cantando».
Todos se giraron.
Maxwell entró con aire despreocupado, con las manos en los bolsillos y una sonrisa pícara en los labios.
.
.
.