Resurgiendo de las cenizas - Capítulo 49
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 49:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Rosanna pretendía destrozar la imagen de Maia delante de todos, exponiéndola como una simple rompehogares con una vida personal escandalosa y desordenada.
Maia se quedó mirando la pantalla, con las palabras de Rosanna resonando en su mente.
¿No había tirado Rosanna ese brazalete? ¿Cómo sabía dónde estaba?
¿Estaba mintiendo?
Mientras Maia se quedaba allí sopesando las posibilidades, su teléfono volvió a sonar. En cuanto vio el nombre, contestó sin dudarlo. —¿Has encontrado lo que te pedí?
La voz al otro lado sonaba apática. —Jefe, he comprobado los registros de residuos de Elysium Apartments de hace cuatro años. No ha aparecido nada. Ese objeto no existe.
Maia se quedó paralizada, atónita.
¿Podría Rosanna haber guardado la pulsera de Vicki todo este tiempo? ¿Seguía en su poder?
Mientras bajaba el teléfono, una sonrisa fría se dibujó en los labios de Maia. Parecía que no había forma de evitar la cena de esa noche.
7:00 p. m.
En la villa de la familia Morgan.
Vince llegó puntualmente.
Vestido con un impecable traje blanco de diseño, parecía un príncipe moderno, como si hubiera salido directamente de una película.
Rosanna, con un vestido rosa pálido y el pelo peinado a la perfección, parecía una princesa. Tenía una expresión inocente y unos modales impecables, encarnando a la perfección su papel.
Ver a Vince hoy hizo que el corazón de Rosanna se acelerara. En su mundo, Vince era el hombre más guapo y competente que conocía, y ese hombre perfecto iba a ser su marido. La idea la llenó de orgullo.
Disponible ya en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒαɴ.c♡𝗺 sin interrupciones
Rosanna pasó el brazo por el de Vince y le dijo con voz melosa: «Vince, ya estás aquí».
Vince sonrió con indulgencia, asintió con la cabeza y la siguió al salón. Sandra, radiante de alegría, fue la primera en saludarlo. —Vince, ven a sentarte. La cena estará lista en un momento.
«Gracias, Sandra», respondió Vince educadamente, con sus modales perfectos de siempre. Con cada momento que pasaba, era evidente que Sandra sentía cada vez más cariño por su futuro yerno.
Richard salió de su habitación en ese momento. Vio a Vince, se acercó y entabló una conversación trivial.
Tras intercambiar algunas palabras, la cena estaba lista y todos se dirigieron al comedor para sentarse a la mesa.
Jarrod entró con aire despreocupado, pasando un brazo por los hombros de Vince con una sonrisa burlona. —Te confío a mi hermana. Pórtate bien con ella.
Vince, tomado por sorpresa, miró a Rosanna.
Rosanna, al notar su mirada, bajó la cabeza y un suave rubor se extendió por su rostro.
La suave risa de Sandra rompió la tensión. —Vince —dijo con voz suave—, la razón por la que te hemos invitado esta noche es para hablar de tu matrimonio con Rosanna. ¿Qué opinas? ¿No crees que es hora de fijar una fecha para el compromiso?
Rosanna solo había mencionado que habían invitado a Vince a cenar. No había dicho mucho más sobre el verdadero motivo de la reunión. Ahora, Vince empezaba a atar cabos.
Una leve sonrisa se dibujó en su rostro. —Bueno, sobre eso…
Antes de que pudiera terminar, la voz de Tricia resonó desde el pasillo, llena de sorpresa. —¿Señorita Watson? ¡Usted… ha venido! —La habitación se quedó en silencio en un instante.
.
.
.