Resurgiendo de las cenizas - Capítulo 476
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Capítulo 476
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Melanie estaba en la misma situación. Distraída por la inesperada alteración de Ethan, estuvo a punto de tirar la partida. Apretando los dientes, se prometió a sí misma poner toda su energía en terminar rápidamente. No estaba dispuesta a perder contra Ethan, el chico estudioso.
En ese momento, aunque Marisa y Melanie se enfrentaban a rivales diferentes, parecía como si estuvieran luchando contra el mismo oponente.
Una tras otra, las cinco partidas terminaron y Marisa y Melanie pasaron a la siguiente ronda.
A continuación, el presentador anunció que Ethan, al haber terminado su partido más rápido, se había hecho con el primer puesto entre todos los participantes que pasaban a la siguiente ronda. ¡Eso significaba que Ethan pasaba directamente a la final!
Los otros cuatro se enfrentarían uno contra uno, y el que saliera victorioso se enfrentaría a Ethan por el campeonato.
¡El público estalló en vítores!
El chico callado al que todos habían descartado había dado la sorpresa. No solo había derrotado al mejor jugador de Varninski, sino que también se había asegurado un puesto directo en la final. Entonces, ¿por qué había estado fingiendo antes?
Desde las gradas, Maia lo observaba todo con una sonrisa de satisfacción.
—Mi cuñado es increíble —dijo Chris, cruzando los brazos y mirando a Ethan con nuevo respeto—. Ha sido una jugada muy inteligente, fingir debilidad para despistar a sus oponentes. Incluso tú y yo hemos caído en la trampa.
Maia sonrió en silencio. Así que Ethan no había carecido de confianza antes. Había interpretado a propósito el papel del perdedor, haciendo que los demás bajaran la guardia. Luego, cuando llegó el momento decisivo, ¡golpeó fuerte y ganó de forma contundente! No solo era hábil en el juego, sino que también sabía cómo jugar el juego psicológico. Ella lo había subestimado seriamente.
Mientras tanto, Chris recordó el mensaje privado que había recibido antes de «Winters». De repente, se le ocurrió una idea. ¿Podría ser Ethan «Winters»?
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Tras ganar su partida, Marisa se quitó rápidamente los auriculares y corrió hacia Ethan, sonriendo mientras le daba una palmada juguetona en el hombro. —¡Qué astuto, escondiendo todas esas habilidades! ¿Cuándo te has vuelto tan bueno?
Ethan se estremeció por el golpe repentino y se frotó el hombro antes de mirar a Marisa con una sonrisa. —No soy tan fuerte; mi hermana me enseñó bien.
«¿Tu hermana?», preguntó Marisa mordiendo el último trozo de su piruleta y levantando una ceja. «¿Quieres decir que Maia te enseñó esos movimientos?».
Ethan asintió con la cabeza. —Sí, apenas he empezado a descubrir lo que puedo hacer. Mi hermana tiene mucho más talento que yo.
Marisa se quedó en silencio durante unos segundos, atónita. La enorme pantalla acababa de mostrar una vez más la impresionante jugada de Ethan. ¿Se daba cuenta de lo increíbles que parecían sus habilidades? ¿Y ahora decía que su hermana era aún mejor? A menos que fuera la número uno, ¿quién iba a creer eso?
Al margen, Melanie también había superado su propio combate, pero tenía el rostro tenso por la ira. Lanzó una mirada afilada a Ethan, apretando los dientes con pura irritación. ¿Desde cuándo ese chico tranquilo y amante de los libros se había convertido en una máquina tan poderosa? Era totalmente inesperado. ¡Había llegado a la final como si nada! Melanie se sentía como si le hubieran dado una bofetada en toda la cara: le ardían las mejillas. Después de lo que Ethan acababa de hacer, ya no estaba segura de poder ganarle. Y si acababa perdiendo, ¿cómo podría mirar a todos los de la clase sin sentir vergüenza?
Melanie sintió un gran peso en el pecho.
Aun así, se dijo a sí misma que, mientras ganara a Marisa, el día no sería un desastre total. Al fin y al cabo, la persona contra la que había apostado era Marisa.
Aferrándose a esa pequeña esperanza, respiró lentamente y fijó la mirada en Marisa, que estaba junto a Ethan. Ganarle a Ethan podría estar fuera de su alcance, pero no tenía intención de dejar que Marisa se llevara la victoria. De lo contrario, tener que disculparse de nuevo en público ante Maia y Ethan sería más que humillante: ¡nunca se lo perdonarían!
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