Resurgiendo de las cenizas - Capítulo 425
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 425
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Aunque tenía plena confianza en el talento de Maia —sus habilidades como diseñadora nunca le habían fallado—, verla regresar no solo victoriosa, sino con el acuerdo oficial de adquisición de Aurora Apparel Company, y todo por el simbólico precio de un dólar, superó todo lo que podría haber imaginado.
«Esto es algo que ni en mis sueños más descabellados me habría atrevido a imaginar. ¡Maia, nunca dejas de sorprenderme!», exclamó Pattie, prácticamente rebosante de emoción por la inesperada ganancia.
¿Y la posible reacción del Grupo Cooper? A Pattie no le importaba lo más mínimo.
Ya había jurado plantarles cara: tarde o temprano, el enfrentamiento era inevitable.
Maia levantó el dedo índice y dijo con un brillo en los ojos: «Primer objetivo, cumplido».
Pattie le dio el visto bueno con el pulgar. «¡Eres increíblemente rápida! Maia, siempre supe que eras brillante, autodidacta, ganadora de concursos nacionales de diseño en el instituto, pero, de alguna manera, parece que la cárcel te ha forjado en algo aún más extraordinario. Cuatro años entre rejas… ¿cómo has salido más fuerte que antes?».
Pattie sabía que alguien había apoyado a Maia mientras estaba en prisión, pero los detalles de esos años seguían siendo un misterio. Inclinándose con curiosidad, le preguntó: «Vamos, sé sincera, ¿adquiriste superpoderes allí, como en los cómics?».
Maia esbozó una leve sonrisa, que no llegó a alcanzar sus ojos. La verdad de esos cuatro años era mucho más desgarradora que cualquier fantasía. Su transformación había sido el resultado del entrenamiento implacable de Zoey, una disciplina que le había inculcado con sudor y pura determinación. No se trataba solo de superar los límites, sino de sobrevivir.
Esa descripción, aunque suavizada, apenas rozaba la superficie. Para decirlo sin rodeos, lo que había soportado era duro, rayando en lo inhumano.
La habían arrojado a una pesadilla, un abismo sin fondo, lanzada allí por la misma familia que se suponía debía protegerla.
En esos cuatro largos años, había vivido una vida en perpetuo movimiento, estudiando y entrenando con Zoey sin descanso, rara vez durmiendo más de cuatro horas por noche. Se había derrumbado por agotamiento más veces de las que podía contar, incluso había perdido el conocimiento.
Capítulos recientes disponibles en ɴσνєʟα𝓼4ƒα𝓷.c○𝗺 disponible 24/7
Maia había luchado con uñas y dientes cada día, aferrándose a la vida, bailando en el filo entre la vida y la nada.
Pero se lo había ocultado todo a Pattie. No había necesidad de cargarla con un dolor del que no se podía sacar ningún consuelo.
—Pattie —dijo Maia, levantando la mirada, con voz firme pero suave—, durante estos últimos cuatro años he aprendido una verdad fundamental: si no me hago lo suficientemente fuerte como para protegerme, siempre estaré a merced de los demás. Por eso he trabajado más duro que la mayoría, porque no quiero volver a ser traicionada ni abandonada nunca más.
Las lágrimas brotaron de los ojos de Pattie casi al instante.
Dio un paso adelante y envolvió a Maia en un abrazo sincero, dejando que el dolor de su pecho se derramara. —Has sufrido más de lo que nadie debería sufrir jamás. Si alguien se atreve a hacerte daño otra vez, no me importa quién sea, aunque sea tu marido, ¡me aseguraré de que lo arrepienta y pague por ello!
Maia se rió suavemente. —Lo sé, Pattie. Siempre has sido la que más se ha preocupado por mí. Pero por ahora, centrémonos en lo realmente importante: cerrar la adquisición de Aurora Apparel Company y gestionar todo lo que venga después. Tú eres mucho mejor que yo en esas cosas.
Pattie le dio un ligero puñetazo en el hombro, riendo entre lágrimas. —Tenías que arruinar el momento, ¿verdad? Me tenías a punto de llorar y ahora ya me estás dando órdenes. ¡Está bien, está bien! Eres la reina de la delegación. ¡Considera que está hecho, jefa!
Maia sonrió. —Tú eres quien realmente dirige MCN. No te engañes. ¡Ahora ponte a ello!
—Bien, hay algo que quería comentarte —dijo Pattie, volviendo a adoptar un tono profesional—. Está claro que esta vez hemos molestado al Grupo Cooper. No tengo ni idea de cuál será su próximo movimiento y me estoy devanando los sesos para averiguar cómo adelantarnos.
.
.
.