Resurgiendo de las cenizas - Capítulo 262
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Capítulo 262:
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Acercándose, Stacy señaló con el dedo a Maia y dijo, con los ojos brillantes de un triunfo cruel: «Deja de actuar. ¡Todo el mundo sabe que no eres sorda! Maia Watson, ¡no eres más que una broma patética! ¿Y qué si el vestido Blue Sea que llevabas en el Starlight Bar era auténtico? ¡En comparación con las elegantes piezas personalizadas de MCN, es basura! Rosanna está a punto de convertirse en la señora Ward, miembro de una familia prestigiosa. ¿Y tú? Solo una compositora en apuros. ¿De verdad crees que perteneces al mismo mundo que ella? ¡La gente de la alta sociedad ni siquiera se molestaría en mirar a alguien del mundo del espectáculo como tú! ¿Cómo te atreves a pensar que estás al mismo nivel que Rosanna?».
«Qué tontería», murmuró Pattie para sí misma.
Arqueando una ceja, Pattie recordó que, como verdadera propietaria de MCN, ella participaba en la aprobación de todos los pedidos personalizados de alta gama, y ni una sola vez había aparecido el nombre de Rosanna.
Una sonrisa burlona se dibujó en la comisura de sus labios. ¿De verdad se atrevían a presumir de MCN delante de ella? ¡Patéticos!
Impulsada por una nueva oleada de irritación, Pattie decidió que disfrutaría poniendo a Stacy y Rosanna en su sitio.
Pattie respondió rápidamente con tono burlón: «¿En serio? ¿Una pieza personalizada de MCN? ¿Dónde la has encontrado? No será una imitación, ¿verdad?». Sus últimas palabras estaban cargadas de sarcasmo y desprecio.
Stacy frunció el ceño, tratando de averiguar quién era la persona que estaba al lado de Maia. Dada la posición de Rosanna, la idea de una pieza falsa parecía ridícula. Más bien parecía envidia de alguien que no podía permitirse semejante lujo.
Stacy sonrió con desdén, disgustada por la idea. ¿Cómo se atrevían dos personas corrientes, que probablemente nunca habían probado semejante lujo, a cuestionarlas?
Lanzó una mirada de puro desdén a Maia y Pattie, y dijo con voz cortante: «No es asunto tuyo de dónde viene… La gente como vos nunca conocerá ese tipo de lujo. ¡Apuesto a que nunca habéis visto las piezas personalizadas de primera categoría de MCN!».
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«¿Con quién crees que estás hablando?», comenzó Pattie, dispuesta a responder con ira, pero Maia levantó rápidamente la mano para hacerla callar.
Maia negó con la cabeza, indicándole a Pattie que se calmara. Su rostro seguía impasible. Era evidente que las burlas no la afectaban.
Rosanna adoptó rápidamente una expresión dulce e inocente, y su voz se volvió suave y cariñosa. —Stacy, ya basta. No hieras los delicados sentimientos de Maia.
Una pizca de satisfacción permaneció en sus ojos mientras sonreía con elegancia. —Maia, no estás enfadada, ¿verdad? Solo quería invitarte a mi fiesta de compromiso. Me encantaría que vinieras y vieras mi felicidad. —Rosanna alargó la palabra «felicidad», cada sílaba una sutil provocación.
Stacy, siempre deseosa de complacer a Rosanna, añadió rápidamente: —Así es, Maia. Ya que Rosanna te ha invitado tan amablemente, seguro que tendrás el valor de aparecer, ¿no?
Maia esbozó una pequeña y tenue sonrisa. «Claro, iré a tu fiesta de compromiso».
Rosanna se quedó paralizada por un momento, con el rostro rígido. No esperaba que Maia aceptara tan fácilmente. Una breve mirada de sorpresa brilló en sus ojos, pero rápidamente la ocultó, manteniendo intacta su sonrisa. «Me alegro mucho de que vengas, Maia. Me hace muy feliz».
Maia esbozó una pequeña sonrisa. —No te preocupes, allí estaré.
En cuanto Rosanna y Stacy se perdieron de vista, Pattie no pudo contenerse más. Murmuró unas cuantas palabras para liberar su frustración y luego llamó a su asistente para pedirle la lista de clientes que habían comprado piezas personalizadas de alta gama.
Finalmente, frunció el ceño y se volvió hacia Maia. —Maia, esa mirada de suficiencia de Rosanna es suficiente para volver loco a cualquiera. Está claro que te está invitando a hacer el ridículo en su fiesta de compromiso con Vince. ¿De verdad vas a ir? ¡No me digas que lo dices en serio!
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