Resurgiendo de las cenizas - Capítulo 26
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 26:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Rosanna había comprado recientemente una serie de artículos de lujo extravagantes, aunque innecesarios. Si Maia hubiera hecho tales compras, Richard la habría reprendido rápidamente con una dura reprimenda. Sin embargo, Rosanna era su propia hija, a la que había perdido durante diecisiete largos años.
Sintiéndose culpable, Richard fue incapaz de pronunciar una sola palabra dura. En su lugar, dejó escapar un suspiro de frustración.
Sandra, al darse cuenta del dilema de Richard, se tomó un momento antes de acercarse suavemente a Rosanna. Le tomó la mano y suspiró suavemente. —Rosanna, la situación de nuestra familia ya no es la que era. Quizás sea hora de reducir los gastos en artículos de lujo. ¿Son realmente necesarios estos artículos?
El tono de Sandra era lo más suave posible, pero hizo que los ojos de Rosanna se llenaran de lágrimas al instante.
«Lo siento, mamá». Rosanna bajó la cabeza y las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos mientras parecía completamente devastada.
Inmediatamente, Sandra se arrepintió de sus palabras.
Rosanna había estado lejos de ellos durante diecisiete años, soportando dificultades indescriptibles. Sandra ahora cuestionaba su propio juicio. ¿Qué había de malo en que Rosanna se permitiera algunos caprichos? No creía que Sandra debiera criticarla.
Sandra estaba a punto de consolar a Rosanna cuando oyó a esta, con la voz ligeramente entrecortada, decir: «No volveré a gastar el dinero de la familia de forma tan imprudente. Pero estas cosas… en realidad, Vince me las compró».
Sandra se quedó desconcertada. Vince era quien había hecho las compras, lo que intensificó su sentimiento de remordimiento. Tomó la mano de Rosanna con más firmeza y la guió hacia el sofá, con expresión de arrepentimiento. «Te pido perdón, Rosanna. No debí criticarte».
«No pasa nada, mamá. Solo te preocupabas por el bienestar de nuestra familia, lo entiendo». Rosanna intentó mostrar empatía y comprensión. «Pero, mamá, ¿a qué te referías antes con que la situación de nuestra familia había cambiado?».
Lo nuevo está en ɴσνєℓα𝓼𝟜ƒα𝓷.c○𝓂 para fans reales
Con un profundo suspiro, Sandra le explicó la repentina ruptura de relaciones con su mayor socio comercial.
La expresión de Rosanna se tornó preocupada mientras dudaba, luego miró a Sandra. «Tengo algo que decirte, pero no sé si debería».
Sandra le dedicó una sonrisa reconfortante. —Sea lo que sea, puedes contármelo, querida.
Animada por las palabras de su madre, Rosanna decidió confiar en ella. Exhaló profundamente y dijo: «Hoy he visto a Maia en el centro comercial».
«¿Maia?», preguntó Sandra con expresión preocupada y frunciendo el ceño.
Rosanna asintió con la cabeza. —La vi comprando en una tienda de lujo. Es más, la vi subir a un Rolls-Royce. ¿Podría ser que no sienta la necesidad de volver con nosotros porque ha encontrado una situación mejor, una en la que desprecia a nuestra familia? Curiosamente, nuestra crisis familiar coincidió con su distanciamiento. No estoy segura de si estos acontecimientos están relacionados». Su voz era tranquila, transmitiendo un mensaje que se entendía claramente.
Fuera de la vista de Rosanna, Sandra apretó los puños.
Ahora tenía sentido por qué el comportamiento de Maia había cambiado drásticamente después de la cárcel: no solo era antipática, sino que se había vuelto despectivamente hostil. Parecía que había conseguido un poderoso respaldo.
Cuatro años entre rejas no le habían dado precisamente a Maia la oportunidad de ganarse el favor de nadie influyente. ¿Dónde había encontrado el tiempo, o a las personas, para construir ese tipo de apoyo? La idea de que alguien importante pudiera estar respaldándola simplemente no tenía sentido.
Al ver la expresión de desconcierto de Sandra, Rosanna intervino con una sugerencia tranquila pero oportuna. —Acaba de salir. Es imposible que haya conseguido un lugar donde quedarse tan rápido. ¿Podría ser… que hiciera arreglos antes de que la encarcelaran?
«¿Antes de que la encerraran?», repitió Sandra, claramente desconcertada por la posibilidad.
«¿No estaba locamente enamorada de Vince?».
.
.
.