Resurgiendo de las cenizas - Capítulo 1071
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1071:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
En aquel entonces, independientemente de la crisis, Maia siempre se comportaba con una calma que inquietaba a sus rivales, a menudo pillándolos desprevenidos al final. Era capaz de reír incluso en medio del caos, superando las tormentas con facilidad.
Esta vez, sin embargo, el leve cansancio en sus ojos y la sinceridad que había detrás de ellos hicieron que a Pattie se le encogiera el pecho.
Pattie sintió la garganta seca mientras forzaba las palabras, con ansiedad en su tono. «Maia, no me tengas en vilo. ¿Me estás ocultando algo grave?».
No hubo respuesta. Maia solo apretó los labios y guardó silencio.
Sus pensamientos se desviaron hacia Chris y la cirugía que tan pocos se atrevían a intentar. Sus dedos se curvaron contra sus palmas mientras el peso de ello la oprimía.
Por fin, su voz rompió el silencio. «No puedo contártelo todo, pero tengo que desaparecer del foco de atención durante un tiempo. Necesito que me sustituyas, para que parezca que he estado a tu lado todo el tiempo».
Vaciló y luego sus palabras sonaron más graves. «Eso incluye a Chris también».
Pattie levantó las cejas, con una mirada pícara en el rostro. «Maia, por la forma en que lo dices, parece que te estás viendo a escondidas con algún amante secreto y me estás pidiendo que sea tu coartada».
Maia negó con la cabeza y respondió con firmeza: «No es eso en absoluto, pero ahora mismo no puedo entrar en detalles».
A Pattie se le escapó una risa, ya que sus palabras solo tenían la intención de aliviar el ambiente tenso.
—No te preocupes, no te preguntaré si crees que no es el momento de revelarlo. Somos mejores amigas, ¿no? Para eso están las amigas. Para eso estoy aquí. Quédate tranquila. Haré lo que me digas. —Se golpeó el pecho con seguridad—. Puedes confiar en mí para cubrirte las espaldas.
Sin embargo, mientras pensaba en ello, Pattie volvió a ponerse seria. —Maia, cuídate. Si hay algo en lo que pueda ayudarte, solo tienes que pedírmelo.
Fue en ese instante cuando Maia se dio cuenta de algo. Realmente había una tarea que solo Pattie podía llevar a cabo.
Sigue leyendo en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒαɴ.ç0𝓂 con nuevas entregas
«Necesito un favor, Pattie», dijo Maia, con la mirada fija en su amiga. «¿Qué tan seria es tu relación con Roland?».
Pattie se sorprendió y tosió varias veces para disimular su vergüenza. —¿Qué quieres decir con eso? Solo somos amigos, por supuesto.
Sus ojos evitaron los de Maia, delatando su incomodidad. Maia, al notar el malestar de Pattie, sonrió con dulzura. «Has cambiado, Pattie».
Pattie se dio la vuelta y murmuró: «La gente cambia». Sus palabras carecían de convicción, incluso para ella misma.
Maia cambió de tema. «Nos conocemos desde hace diez años, ¿no?».
La tensión en la habitación se alivió.
Pattie exhaló aliviada. «Sí, así es. ¿Por qué sacas eso ahora? ¿No estábamos hablando de un favor?».
La sonrisa de Maia se suavizó aún más. «Te has enamorado de él, ¿verdad?».
Pattie vaciló y luego replicó: «¿A dónde quieres llegar, Maia?». Sus miradas se cruzaron, cada una tratando de adivinar las intenciones de la otra.
Tras un breve silencio, Pattie se rió, bajando la guardia. «Está bien, me has pillado. Me conoces demasiado bien, Maia. Es como si pudieras leerme el pensamiento».
.
.
.