Resurgiendo de las cenizas - Capítulo 1026
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1026:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
En su mente, la escena se repitió: Tyrant arrodillado bajo el ataque de Chris. El peligro había sido muy real. Sin Chris, podría haber resultado gravemente herida.
—Sí —replicó Ethan—, pero él es tu guardaespaldas. Literalmente, su trabajo es aparecer. ¿O estaba con otra mujer, olvidándose de protegerte? Porque si hubiera estado allí desde el principio, nada de eso habría pasado. —Su voz se elevó, y la agitación alimentó sus palabras. El esfuerzo repentino le hizo estremecerse, y un dolor agudo le atravesó el costado.
Marisa jadeó y sus ojos se posaron en el rojo que se filtraba a través de sus vendajes. —¡Ethan! Tu herida…
Maia se alarmó al instante. —¡Ethan, quédate quieto! —Pulsó con fuerza el botón de llamada, con un tono de urgencia en la voz—. ¡Que alguien venga, por favor! ¡La herida del paciente está sangrando!
Cualquier frustración que hubiera quedado entre ellos se desvaneció en un instante, sustituida por puro pánico y una oleada de culpa.
No podía entenderlo. ¿Por qué Ethan detestaba tanto a Chris?
Apenas habían intercambiado más que unas pocas palabras en total. Y, sin embargo… Chris acababa de ofrecerse a pelarle una manzana. Desde donde estaba Maia, no podía encontrar nada que el hombre hubiera hecho mal.
La habitación del hospital estalló en una repentina conmoción.
Marisa apretó con fuerza el botón de llamada. «¡Rápido! ¡Que venga alguien, la herida de Ethan se ha abierto!».
Este no era el giro de los acontecimientos que Ethan había imaginado. Ver la cara alarmada de Maia y la preocupación que rebosaba en sus ojos lo llenó de culpa.
Se reprendió a sí mismo en silencio. ¿Por qué no había podido hablar con ella sin levantar la voz? ¿Qué le había llevado a perder los estribos de esa manera?
La puerta se abrió de golpe y una multitud de enfermeras y médicos entraron corriendo, atendiendo la herida de Ethan con rápida precisión.
Descubre el siguiente giro en ɴσνєʟα𝓼4ƒαɴ.𝓬𝓸𝑚
Entre el ruido y el movimiento, el sonido de pasos mesurados se hizo más fuerte desde el pasillo.
Al levantar la vista, Ethan vio a Hurst entrando en escena.
Con paso decidido, Hurst se acercó a la cama y, sin dudarlo, tomó la mano de Ethan. Su tono transmitía una fuerza inquebrantable. «Ethan, te vas a poner bien».
Al levantar la vista, Ethan se encontró con la mirada firme y autoritaria de Hurst frente a él.
Una inesperada opresión se formó en su garganta, del tipo que acompaña a una oleada de alivio indescriptible.
JusticeBlaze estaba allí.
Puede que no hubiera respondido a los mensajes, pero había sido el primero en llegar. En el corazón de Ethan no había ninguna duda: solo Hurst merecía estar al lado de su hermana.
…
Arriba, en el segundo piso de la villa de la familia Nelson, el aire aún conservaba el calor y la intimidad de lo que acababa de suceder.
Con la cabeza apoyada en Austen, los ojos de Rosanna brillaban con un resplandor tranquilo y satisfecho.
Lo que no había contado era con la gran resistencia de Austen, que la dejó agotada y sin aliento.
.
.
.