Rechazada por un Alfa, Mimada por un Lycan - Capítulo 85
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Capítulo 85:
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Mi estómago dio un vuelco de alegría en cuanto el aroma del café recién hecho y el beicon chisporroteando llegó a mi nariz. Lo recibí con una profunda inhalación. Maverick, el gamma de la manada, daba vueltas a su cuchara, con los ojos fijos en Ryder mientras este daba el informe matutino de la manada.
«…Y la patrulla de la frontera este no ha detectado ningún intruso», concluyó Maverick.
Ryder asintió con expresión pensativa. «Buen trabajo, Maverick».
En ese momento, Maverick esbozó una amplia sonrisa. «Alfa, tengo noticias personales que darte».
Los ojos de Ryder brillaron con interés mientras se reclinaba en su asiento e inclinaba la barbilla hacia arriba. «Adelante».
Maverick respiró hondo. «Mi mujer está embarazada. Vamos a tener un hijo».
La sala estalló en vítores y felicitaciones. El rostro de Ryder se iluminó con una cálida sonrisa, algo poco habitual en él, y levantó la taza de café para brindar. Se oyó una nueva carcajada y yo me reí en silencio.
«Maverick, eres un hombre afortunado», dijo Ryder con voz llena de sinceridad. «No todas las mujeres estarían dispuestas a llevar un hijo en su vientre. Debes tratarla como si fuera un huevo, preciosa y frágil».
Un murmullo de acuerdo llenó la sala. Si no conociera tan bien a Ryder, quizá habría aplaudido su comentario, pero sabía que la pulla iba dirigida a mí.
Sus palabras me hicieron hervir la sangre. El tono era inequívoco, dirigido directamente a mí. Sentí un pinchazo, como si me hubiera abofeteado.
«¡Enhorabuena, Maverick!», logré decir, tratando de mantener un tono alegre. Maverick sonrió radiante. Vaya, qué adorable estaba, ajeno a la tensión.
«Gracias, mi señora».
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Ryder me lanzó una mirada, con los ojos brillantes de diversión y una pequeña sonrisa en los labios, como si me retara a reaccionar. Forcé una sonrisa y felicité a Maverick y a su esposa embarazada.
«Dale mis mejores deseos también. Has tomado la decisión correcta al quedarte con ella como esposa, en lugar de con una… reproductora, amante o dama», dije con dulzura, con una amplia sonrisa en los labios, pero nadie pasó por alto el veneno que había detrás.
A diferencia del golpe de Ryder, el mío fue agudo y directo. Recubierto de dulzura, pero mezclado con rencor.
La sala se quedó en silencio, como si todos hubieran contenido la respiración. La mirada de Ryder se clavó en la mía y entrecerró los ojos. Le devolví la mirada y levanté la barbilla, en una muestra de orgullo a pesar de que mi corazón latía con fuerza en señal de desafío. La sonrisa de Maverick se desvaneció lentamente y una expresión de nerviosismo nubló sus rasgos, mientras sus ojos se movían rápidamente entre Ryder y yo.
—Eh, gracias, mi señora.
Isabelle intervino, con voz alegre y despreocupada para todos menos para mí. No pude pasar por alto el tono burlón de su voz.
—¡Enhorabuena, Maverick, y a tu esposa también! Volvamos todos a la mesa antes de que se enfríe la comida.
—Enfatizó la palabra «fría» antes de lanzarme una mirada gélida. La tensión se mantuvo, pero los demás obedecieron y reanudaron la comida.
Ryder no apartó la mirada de mí, con expresión cada vez más sombría.
Punto de vista de Jasmine
Por fin terminó el desayuno, para mi alivio, pero el sabor insípido de la comida aún permanecía en mi boca. No había tenido mucho apetito, con las miradas furiosas de Isabelle clavadas en mí durante toda la comida. Ryder, sentado a la cabecera de la mesa, permanecía en silencio, con expresión indescifrable. Una sola palabra: problemas.
Empujé mi plato vacío. Era lo único que me mantenía ocupada mientras tanto, así que, a pesar de mi falta de apetito, terminé de limpiar mi plato.
¡Dios! Este grupo era como intentar meterse en un vestido ajustado que te cubría la cara: sofocante y agotador. Sin la presencia alegre de Ruby, cada día era como una maldita tarea, lo mismo de siempre.
Y la última persona con la que quería hablar era Ryder, cuyo silencio taciturno solo me ponía más nerviosa.
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