Rechazada por un Alfa, Mimada por un Lycan - Capítulo 306
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 306:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
—Ryder —le susurro al oído, con la frente apoyada en la suya—. Estás bien. Estás conmigo.
Algo se rompe en sus ojos y, de repente, me atrae hacia su regazo y me envuelve con sus brazos como si temiera que pudiera desaparecer. No lo haré. No puedo. Sus labios recorren mi cuello y cada beso quema el sudor frío del pánico que aún lo envuelve. Me quito la camiseta por la cabeza, sin apartar la mirada de él.
Por la diosa, necesitaba que estuviera bien.
No siento miedo, ni vacilación. Solo confianza. Confianza en que él necesita esto, en que nosotros necesitamos esto.
Me besa de nuevo, más profundo, más feroz, y yo le respondo con todo lo que tengo. La ropa cae, la piel se une y nos movemos al unísono en un ritmo crudo, desesperado y sanador. Cada caricia, cada jadeo, cada escalofrío es un recordatorio de que estamos aquí, que estamos vivos y que no vamos a rendirnos.
Yo, desde luego, no voy a rendirme con él. No, no después de cómo me ha apoyado y luchado a mi lado. Definitivamente estamos juntos en esto. Su dolor era mi dolor, su sufrimiento, mi sufrimiento.
Cada embestida era un alivio de que él estaba mejorando. De que había vuelto a ser Ryder. El Ryder que yo conocía: feroz, audaz y fuerte.
Cuando finalmente caemos sobre la cama, enredados, su cuerpo todavía tiembla, pero ahora hay una tranquilidad en él. La tormenta ha pasado, por el momento. Puedo…
Siento que su corazón late más despacio, que su respiración se vuelve más regular. Recorro con los dedos su pecho, trazando patrones lentos, anclándolo, anclándonos.
«Te quiero», susurra, y las palabras se le escapan como una confesión, una rendición. Mi corazón se hincha y una suave sonrisa se dibuja en mis labios.
«Yo también te quiero», le susurro, sintiéndolo con cada fibra de mi ser.
Visita ahora ɴσνєʟα𝓼4ƒα𝓷.c○𝗺 sin interrupciones
Me da un beso en la sien y me abraza con fuerza. Sé que hay más cosas que no me dice, secretos que aún guarda. Pero por ahora, no pasa nada. Ya llegaremos a eso.
Por ahora, estoy aquí. Y él también. Y eso es suficiente.
Punto de vista de Ryder
La oscuridad es sofocante. Espesa, densa, un vacío similar al alquitrán que me araña los pulmones y me arrastra hacia abajo.
Estoy de pie en medio de un bosque frío y vacío. La niebla se filtra entre los árboles y se arremolina alrededor de mis tobillos como si estuviera viva. El aire es cortante, cada respiración es como fragmentos de cristal en mi pecho. Pero nada de eso se compara con el peso en mi estómago, ese miedo que me corroe y me dice que no debería estar aquí. Que algo malo me espera.
Y entonces lo veo: Aiden.
Mi gemelo.
Yace allí, tendido en el suelo del bosque, con el cuerpo retorcido en un ángulo antinatural. La vida que una vez bailaba en sus ojos ha desaparecido, sustituida por una mirada vacía y ausente. La sangre se acumula debajo de él, con un olor fuerte y metálico que se mezcla con el aire frío.
Las rodillas me fallan y caigo a su lado. El mundo se reduce a nosotros dos, los bordes de la realidad se deshilachan y se oscurecen. Mis manos se ciernen sobre él, temblando. Quiero tocarlo, despertarlo, sacarlo del infierno en el que ha caído.
Pero se ha ido.
Y es culpa mía.
.
.
.