Rechazada por un Alfa, Mimada por un Lycan - Capítulo 254
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Capítulo 254:
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«Prefiero luchar contra este deseo para siempre que perderte», susurré, con la voz apenas audible.
Ella parpadeó, con lágrimas brillando en sus ojos. Extendió la mano, con los dedos temblorosos, y me acarició la mejilla. El calor de su tacto fue como una quemadura que me atravesó.
«Ryder», dijo en voz baja, con la voz entrecortada. «Lo resolveremos. Tenemos que hacerlo».
Cerré los ojos y me incliné hacia ella. Por un momento, me permití olvidar el peligro. Olvidar el veneno. Olvidar todo excepto a la chica que tenía delante y que sostenía mi corazón entre sus manos.
—Espero que tengas razón —murmuré.
Porque cuanto más tiempo pasaba, más difícil era contenerme. Y no sabía cuánto tiempo más podría mantener encadenada a la bestia que llevaba dentro.
Punto de vista de Jasmine
Nadie sabe cómo me siento.
Nadie lo sabe realmente.
Estoy aquí sentada, mirando a Ryder, el hombre al que amo, el hombre que elegí, y mi corazón se retuerce de dolor. Está tan cerca, tan cerca que puedo sentir el calor que irradia su cuerpo. Sus ojos están oscuros por el deseo, su mandíbula apretada por la contención. Quiere abrazarme, reclamarme, y lo siento tan claramente como el aire en mis pulmones.
Pero en lugar de acercarme a él, en lugar de inclinarme hacia su consuelo, mi mente está atrapada en otro lugar. En las sombras. En sus sombras.
Jason.
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Solo pensar en su nombre me revuelve el estómago. Ese demonio, ese monstruo que me arrebató pedazos de mi alma y me dejó vacía. Es como si siguiera ahí, enterrado en lo más profundo de mí, envenenando cada pensamiento, cada sentimiento con su retorcida presencia.
No quiero sentir esta conexión con Jason. Es como si unas cadenas envolvieran mi mente y mi cuerpo, arrastrándome de vuelta a esa oscuridad. Sé que Ryder está aquí, que es real. Es seguridad y calidez, la presencia constante que solía darme estabilidad. Pero por mucho que intente liberarme, el agarre de Jason persiste, susurrándome que nunca escaparé de él.
Cierro los ojos, tratando de alejar los recuerdos, pero se aferran a mí como sombras que no puedo escapar. Su voz, su tacto, las cosas que hizo, me persiguen. Incluso ahora, cuando debería estar a salvo. Cuando debería estar completa.
Quiero olvidar. Dios, quiero olvidar con todas mis fuerzas.
Me tiemblan las manos y tengo el pecho oprimido por el peso de todo. La vergüenza, la ira, el miedo… Es una tormenta dentro de mí y no puedo controlarla. Me siento sucia, mancillada. Como si nunca volviera a ser la misma.
Y luego está Ryder. Sus ojos están llenos de tanto amor y culpa que me duele el corazón. Sé que se culpa a sí mismo. Ojalá no lo hiciera, pero ¿qué puedo decir cuando apenas puedo mantenerme en pie?
Quiero su consuelo. Quiero que me envuelva con sus brazos, que me atraiga hacia él hasta que no quede espacio entre nosotros. Quiero sentir que vuelvo a ser suya, que esta es mi realidad y no la pesadilla que me arrastra hacia el abismo. Quiero que me toque, que me recuerde que estoy viva, que Jason no es mi dueño.
Quiero que Ryder me haga sentir limpia.
El calor me sube a las mejillas al cruzarme ese pensamiento por la mente. Anhelo sus manos sobre mí, sus labios, su cuerpo presionado contra el mío. Quiero que borre los recuerdos que me persiguen, que llene cada rincón oscuro de mi mente con él. Quiero ahogarme en su amor, dejar que me reclame tan plenamente que no quede espacio para el veneno de Jason.
Pero no puedo pedirle eso.
Porque aunque mi corazón grita por Ryder, mi cuerpo todavía tiembla con el fantasma del tacto de Jason. Y eso me hace sentir rota. ¿Cómo podría pedirle a Ryder que me abrazara cuando tengo miedo de que la sombra de Jason siga envolviéndome?
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