Rechazada por un Alfa, Mimada por un Lycan - Capítulo 182
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 182:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
No tenía ni idea de cómo había conseguido ocultarme un secreto tan importante, pero la emoción que me invadió me hizo saltar sobre él y abrazarlo con fuerza.
No era culpa mía. No podía creer que lo hubiera hecho. Había invitado a mis padres y a Jason a la coronación sin el permiso de Ryder. Sabía que se enfadaría mucho. Quizás no era lo mejor que podía hacer, ya que aún nos estábamos recuperando de mi supuesta traición, pero no pude evitarlo. Era mi día y quería que las personas que quería estuvieran allí para celebrarlo conmigo. Quería a mi familia a mi lado.
Mientras me miraba en el espejo, Seraphina se propuso que todo saliera perfecto.
Se esmeró mucho en peinarme, asegurándose de que cada mechón estuviera en su sitio. Estaba radiante de emoción, como si fuera la futura Luna, y no pude evitar contagiarme de su entusiasmo. Era contagioso. «¡Oh, señora, está preciosa!», exclamó Seraphina, con las manos sobre la boca mientras daba un paso atrás para admirar su obra, con los ojos llenos de lágrimas y felicidad. «
Estoy muy feliz por ti. Vas a ser una Luna increíble».
Le devolví la sonrisa. «Me vas a hacer llorar», le susurré, abanicándome los ojos mientras parpadeaba con fuerza. Todavía no podía creer que me iba a convertir en Luna. Después de que Jason me rechazara, había abandonado todos mis sueños. Que Ryder me trajera como su «dama» no ayudaba mucho.
«Vas a estropearte el maquillaje», dijo finalmente Seraphina, y nos echamos a reír nerviosas.
Después de unos minutos de inhalar y exhalar, llegué a la sala de la ceremonia. Mis piernas se detuvieron al verla. Caras desconocidas llenaban el espacio, y un silencio inquietante me dio la bienvenida. Ryder estaba de pie al frente de la sala, con una pequeña sonrisa en el rostro.
Mi mirada recorrió la multitud y se posó donde deberían estar mis padres, en la primera fila, pero no estaban allí.
En su lugar, reconocí a sus representantes sentados en su lugar, con expresiones nerviosas en sus rostros mientras se movían inquietos en sus asientos. Jason tampoco estaba presente, aunque no creía realmente que fuera a aparecer.
Continúa tu historia en ɴσνєℓα𝓼4ƒ𝒶𝓷.c○𝓂 con contenido nuevo
Un sentimiento de culpa comenzó a invadirme por no haberle dicho a Ryder lo de la invitación, pero lo aparté de mi mente.
Este era mi día y lo iba a disfrutar.
Hoy es el día, mi sueño por fin se hace realidad. Me voy a casar. No es un matrimonio cualquiera, estoy a punto de convertirme en la Luna de la manada Lycan Crescent.
Me quedé en silencio, contemplando el lugar de la boda. El exuberante césped verde se extendía detrás de la gran casa de la manada, bordeado por altos pinos que llenaban el aire con un aroma refrescante y natural.
Elegantes carpas daban sombra a filas de asientos perfectamente dispuestos, y las mesas estaban repartidas por todo el recinto. En primer plano se alzaba un gran escenario que acaparaba toda la atención. A la izquierda, se había reservado una mesa especial para el rey y la reina, para Ryder y para mí.
Desde donde estaba, oculta a la vista, podía ver el bullicio del evento. El espacio estaba casi lleno con una impresionante variedad de invitados, incluidos los alfas más importantes, lo que daba testimonio de la formidable influencia de Ryder.
Esperé en silencio, oculta a la vista, con el corazón latiendo con fuerza mientras me preparaba para mi gran momento.
Desde donde estaba, podía ver a Ryder dirigiéndose a la multitud. Su presencia era imponente, su voz firme y segura.
Dejé escapar un suspiro tembloroso. «Es tu turno, Luna», me susurró Seraphina al oído. Sus palabras hicieron que un nervioso cosquilleo recorriera mi pecho. Como si fuera una señal, las puertas dobles se abrieron y el ruido de la sala pareció desvanecerse. Di un paso adelante, lento y deliberado, con el corazón latiendo con fuerza en mis oídos.
Entonces lo vi: Ryder. Estaba increíble, vestido con su atuendo de Alfa, con cada centímetro de su cuerpo mostrando que era el líder que estaba destinado a ser. Sus rasgos afilados, la confianza en su postura… era difícil creer que este hombre fuera a ser mi marido.
Mi mirada se clavó en la suya, mi corazón latía con fuerza a cada paso que daba. Estaba nerviosa, asustada. Era la primera vez que hacía algo así… Caminar entre personas importantes. Aunque en mi manada era una princesa, siempre había vivido más escondida.
.
.
.