¿Quién se atreve a encantar a mi reina encantadora? - Capítulo 550
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Capítulo 550:
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Vincent se mantuvo extraordinariamente tranquilo, con voz firme y llena de certeza. Su actitud relajada daba a entender que tenía pruebas sólidas. Miró a Katelyn con ojos llenos de curiosidad. Aquella mirada la hizo sentir como si sus secretos ya estuvieran al descubierto.
Katelyn le devolvió la mirada, con evidente confusión. «¿Yo?» Con Vincent y Jaxen mirándola, instándola a confesar, Katelyn estalló de repente en carcajadas. Jaxen parecía desconcertado. «Señorita Bailey, ¿qué es tan gracioso?»
Katelyn se sintió impotente. «Si yo fuera TS, ¿por qué iba a tratar de ocultarte esto?»
Vincent frunció el ceño, tratando de comprender. Era un enigma para él. Se habían enfrentado a tantas cosas juntos y compartían un fuerte vínculo. Katelyn siempre había sabido que Vincent buscaba TS. Entonces, ¿por qué nunca lo había admitido?
La expresión de Vincent se volvió seria. Aprovechando el momento, Katelyn dijo: «No tengo ni idea del mapa de seguimiento. Sólo recibí una llamada de un amigo que necesitaba mi ayuda con algunas cosas sin importancia. Eso es todo lo que sé».
Vincent apretó los labios mientras Katelyn se deshacía de cada una de las preguntas que planteaba. Lo que más le molestaba era que el mapa de rastreo del que hablaba era falso. Lo había creado solo para extraer información.
Katelyn observó atentamente a Vincent, sintiendo un pequeño alivio. Había superado este obstáculo. Había pensado que no le importaría que él descubriera la verdad. Pero ahora se daba cuenta de que no podía decírselo. Si la verdad salía a la luz, podría costarle la vida a alguien.
En ese momento, Jaxen dejó escapar un profundo suspiro de decepción. «El hacker al que nos enfrentamos es mejor que yo. No puedo desbloquear su sistema».
Katelyn apretó los labios, tratando de ocultar sus emociones. Su aprendiz no la había defraudado.
Manteniendo su expresión de preocupación, preguntó: «¿Se estropeará también mi ordenador?».
«No te preocupes. No lo estará. Voy a averiguar quién ha hecho esto y me aseguraré de que pague». El espíritu competitivo de Jaxen se encendió, llenándolo de determinación. Era ferozmente competitivo, reconociendo que sólo TS era más hábil que él.
Jaxen siempre había creído que sus habilidades técnicas le situaban entre los diez mejores del mundo. Sin embargo, aquí estaba, fácilmente superado por un hacker desconocido. ¿Cómo podía soportar eso? Decidido a atrapar a ese intruso, Jaxen empezó inmediatamente a reescribir un programa de contra-seguimiento.
Katelyn observaba en silencio desde un lado. Alfy había hecho realmente un gran trabajo.
Mientras Jaxen luchaba intensamente con el hacker en su ordenador, Katelyn y Vincent permanecían tranquilos y serenos. Aunque ocupaban el mismo espacio, se sentían completamente diferentes el uno del otro.
Katelyn se acomodó de nuevo en el sofá mientras leía el orgulloso informe de Alfy. «¡He vencido al oponente! No está mal, ¿verdad? No te estoy avergonzando, ¿verdad?».
Katelyn casi podía imaginarse la sonrisa de satisfacción en su cara. En ese momento, no dudó en elogiar su hazaña. Respondió calurosamente: «¡Buen trabajo! Dentro de unos días, cuando tenga tiempo, te enseñaré una técnica de programación más avanzada».
Alfy sonrió mientras respondía: «¡Gracias!».
«Recuerda no bajar la guardia. El oponente está tratando de rastrear su ubicación en este momento. Mantente cauteloso».
Ella había visto las habilidades de hacking de Jaxen en acción. Tenía potencial para hacerse un nombre en la escena internacional. El resultado de su duelo de hackeo no reflejaba realmente las verdaderas habilidades de Alfy. Podría haber sido sólo un golpe de suerte. Más importante aún, había encendido el espíritu competitivo de Jaxen.
Alfy tecleó: «No te preocupes».
Katelyn leyó su respuesta y luego miró a Jaxen, que tecleaba furiosamente. Estaba claro que hoy se encontraban en medio de una dura competición, ambos decididos a llegar hasta el final.
Katelyn desvió su atención de su encarnizada lucha y comenzó a buscar otra cosa. Aquí, la familia real seguía envuelta en el misterio. Sólo había conocido a uno de los ayudantes del rey, Barry. A pesar del secretismo, la realeza seguramente tenía que haber hecho apariciones en los medios de comunicación.
Katelyn perfeccionó su plan, ansiosa por descubrir lo que Selina había querido decir. Qué secretos ocultaba la familia real y cómo estaban relacionados con ella?
Tres preguntas complejas se arremolinaban en su mente. Justo cuando Katelyn se concentraba profundamente en su búsqueda, Jaxen gritó de repente: «¡Lo he localizado!».
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Nota de Tac-K: Linda noche queridas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (=◡=) /
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