¿Quién se atreve a encantar a mi reina encantadora? - Capítulo 1642
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Capítulo 1642:
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Vincent no perdió tiempo y preguntó: «¿Cómo va todo con los preparativos del hospital?».
Samuel se detuvo un momento. Al darse cuenta de que la llamada de Vincent indicaba que podía haber algún error, respondió: «He localizado a alguien que coincide con la descripción de la señorita Marshall en el hospital, pero lo comprobaré de nuevo para asegurarme de que todo está en orden».
Samuel sabía perfectamente lo delicado del asunto y era consciente de que no podía permitirse ni el más mínimo error.
Que Vincent se hubiera puesto en contacto personalmente y volviera a preguntar solo podía significar una cosa: que había ocurrido algo inesperado.
Bajando la voz con seriedad, Vincent advirtió: «Ten mucho cuidado. Parece que la organización sospecha que aún podría estar viva». Aunque estaba preocupado, tenía que decirle a Samuel que se mantuviera alerta.
Samuel comprendió inmediatamente lo que Vincent insinuaba. Después de años trabajando juntos, Samuel no necesitaba explicaciones detalladas para entender la gravedad de las palabras de Vincent.
Después de organizar todo cuidadosamente, Vincent colgó y se volvió hacia Katelyn, diciéndole en voz baja: «Ya he hablado con Samuel y él se está encargando de todo».
Katelyn asintió en silencio, agradeciendo su tranquilidad. Aun así, ambos sabían que tenían que ser aún más cuidadosos en lo sucesivo.
Ella miró a Vincent y habló con voz serena. —Por lo que he oído en la conversación, está claro que T cree que puedo estar viva, pero solo es una sospecha. No tiene ninguna prueba que lo demuestre. Si tuviera la más mínima prueba, no estaría actuando en secreto. Habría atacado con fuerza y rapidez. Ese tipo de movimiento agresivo encaja perfectamente con el estilo de T.
Solo entonces Vincent lo comprendió todo. En cualquier caso, la precaución era imprescindible. No podía permitir que nada saliera mal en sus planes.
Por encima de todo, la seguridad de Katelyn era lo más importante.
Mientras tanto, Ashlyn reflexionaba en silencio.
Si Brendan no la hubiera capturado, Katelyn podría no haber vuelto a aparecer en su vida. Eso habría complicado mucho las cosas. Pero ahora…
Ashlyn sintió una repentina punzada de culpa.
Después de terminar con Vincent, Katelyn se volvió hacia Ashlyn con mirada preocupada. —Oye, Ashlyn, ¿tienes hambre? Puedo pedir que te traigan algo si quieres.
Ashlyn tenía la mente en otra parte. —No, gracias. Ahora no tengo hambre —murmuró, medio aturdida.
Era una respuesta sencilla, pero Katelyn se dio cuenta inmediatamente de que algo le pasaba a Ashlyn. Se volvió hacia Vincent y le preguntó: «¿Por qué no te das una ducha y descansas un poco?».
Vincent captó al instante lo que quería decir. Asintió rápidamente a Katelyn. «Claro, buena idea».
Cogió su taza de café y se dirigió al dormitorio, dejando a las dos mujeres solas.
En cuanto Vincent salió de la habitación, Katelyn se acercó a Ashlyn. «Deja de culparte», le dijo en voz baja. «Nada de esto es culpa tuya. No podemos responsabilizarnos de los errores de los demás, ¿sabes?».
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