¿Quién se atreve a encantar a mi reina encantadora? - Capítulo 1637
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1637:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Estaba seguro de que Alfy guardaría el secreto.
Pero la respuesta de Katelyn fue un rotundo «no» con la cabeza. «No, no se lo digas a Alfy todavía. No es por confianza; si lo supiera, podría correr un gran peligro».
Mantener a Alfy en la ignorancia era por su propia seguridad.
Jaxen comprendió inmediatamente el razonamiento de Katelyn. A pesar de la fiabilidad de Alfy para guardar secretos, su incapacidad para ocultar sus emociones era motivo de preocupación. Su alegría al saber que Katelyn estaba viva sin duda llamaría la atención.
Jaxen asintió con la cabeza para mostrar su acuerdo.
De repente, desde el estudio, la frágil voz de Ashlyn llamó: «Katelyn».
Katelyn respondió al instante a la suave llamada, interrumpiendo su conversación con Jaxen y volviéndose hacia el sonido.
Jaxen la siguió.
Frente a Ashlyn, que apenas podía abrir los ojos, Katelyn le dijo con delicadeza: —Deberías estar descansando, no preocupándote por mí.
Aunque solo tenía libre la mano izquierda, Ashlyn seguía agarrándola. El contacto le proporcionó un calor reconfortante que le alivió el corazón. Una suave sonrisa apareció en el rostro de Ashlyn mientras susurraba: «Me alegro de que sigas viva».
Luego, Ashlyn volvió a quedarse dormida.
En ese momento, el peso en el corazón de Katelyn se hizo más intenso.
Jaxen no pudo contener las lágrimas que inundaban sus ojos mientras asimilaba todo lo que estaba pasando. La «muerte» de Katelyn fue como un puñetazo en el estómago para todos los que la querían. El peso de la noticia hacía que el aire fuera irrespirable. Aun así, no tenía más remedio que seguir ocultando la verdad.
Una vez que Katelyn y Jaxen salieron, ella le pasó una carpeta. —Lee esto cuando puedas. Si tienes tiempo, necesito que lo investigues por mí.
Jaxen estaba confundido. En cuanto hojeó las páginas, se quedó rígido. Estaba relacionado con la familia Ruiz.
Katelyn no podía investigar esto por su cuenta sin llamar la atención, pero Jaxen no tenía esas restricciones.
Después de todo, la presencia de Hilary en el asunto complicaba aún más las cosas. Y teniendo en cuenta sus estrechos vínculos con el rey, indagar demasiado solo atraería una atención no deseada.
—Ahora mismo estoy centrada en localizar a la Organización T, así que no puedo dedicarle tiempo a esto —dijo Katelyn.
Jaxen leyó los documentos con atención antes de responder: —De acuerdo. Me encargaré de ello.
Katelyn solía encargarse de investigaciones como esta por su cuenta. Pero en ese momento, el caos que rodeaba a la Organización T le consumía todo su tiempo.
La respuesta de Jaxen le proporcionó a Katelyn una sensación de alivio que no había sentido en días. Investigar estos asuntos llevaría tiempo. No había que precipitarse.
La muerte de Brendan lo había cambiado todo. Empezó a preguntarse si la Organización T tomaría medidas a causa de su muerte.
Con todo lo que estaba sucediendo, era evidente que habría más consecuencias.
Katelyn también había comenzado a avanzar en su investigación. Hasta ahora, Sophia había sido su pista más prometedora.
.
.
.