¿Quién se atreve a encantar a mi reina encantadora? - Capítulo 1525
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Capítulo 1525:
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Ashlyn se dio la vuelta y vio a Khalid de pie al pie de la escalera. Quería marcharse, pero el momento había pasado. En un instante, sus miradas se cruzaron.
En ese momento, una sombra se dibujó en los ojos de Khalid, una expresión que Ashlyn no supo descifrar.
Ashlyn se puso de pie apresuradamente, claramente nerviosa. «Yo… tengo algo que hacer…». Las palabras se le atragantaron en la garganta y su mente se quedó en blanco mientras el silencio se extendía entre ellos.
Sin embargo, apenas se había levantado y se había vuelto hacia su habitación cuando Khalid cruzó el espacio en tres zancadas y le agarró la muñeca con los dedos. Khalid, conocido por su compostura de acero, ahora irradiaba una tensión inquieta, con su comportamiento desmoronándose por los bordes. «Ashlyn, tenemos que hablar».
Los pensamientos de Ashlyn se agitaron en un torbellino mientras bajaba la mirada, abrumada y nerviosa, sin saber cómo enfrentarse a Khalid. —Ahora no. Hablaremos más tarde —murmuró, con el deseo de marcharse aún persistente.
Sin embargo, Khalid no aflojó el agarre de su mano, sino que lo apretó aún más.
La voz de Khalid era tranquila, pero con un tono de autoridad silenciosa: —Mírame, Ashlyn.
Ashlyn mantuvo la barbilla obstinadamente baja, con la mirada clavada en el suelo como un escudo contra su penetrante exigencia.
Estaba abrumada por el miedo, sin saber cómo enfrentarse a Khalid. Los preciados recuerdos que compartían ahora parecían sueños fugaces, evaporándose en la nada. Sus emociones se enredaban en un laberinto por el que no podía navegar, cada hilo de pensamiento estaba demasiado enredado como para desenredarlo.
Un destello de pánico bailó en los ojos de Khalid mientras le acunaba el rostro entre las manos, obligándola a mirarle a los ojos.
En ese preciso momento, Ashlyn esbozó una sonrisa forzada, sus ojos se encontraron brevemente con los de Khalid antes de murmurar: —No hagamos esto ahora. Estoy agotada.
—¿Exactamente cuánto has oído? —Khalid interrumpió su divagación y le preguntó directamente con determinación inquebrantable.
Ashlyn sintió que las paredes se cerraban sobre ella; esta vez no había escapatoria, ni sombra en la que esconderse. Su sonrisa se desvaneció y sintió un cosquilleo en la nariz al no atreverse a mirar a Khalid a los ojos.
—Lo he oído todo. Entonces, ¿estás rompiendo conmigo?
Incluso entonces, Ashlyn era plenamente consciente de que no deseaba poner fin a su relación. Aunque la sombra de Sophia aún se cernía sobre su pasado, aunque su recuerdo se aferraba a él como un fantasma, aunque había aspectos de él que ella no lograba desentrañar por completo… Ashlyn se negaba a que eso le importara. En ese momento, solo quería mantener la relación tal y como era.
En el fondo, Ashlyn temía que descubrir la verdad rompiera el frágil hilo que los unía, que una conversación sincera pudiera destrozar lo poco que le quedaba a ella y a Khalid.
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