¿Quién se atreve a encantar a mi reina encantadora? - Capítulo 1523
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Capítulo 1523:
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La revelación la destrozó. Fue como un fuerte golpe en el pecho. Se agarró el corazón. ¡Era doloroso! Nunca había sentido tanto dolor en el corazón. Una niebla pareció nublarle la vista, dificultándole mantenerse en pie.
¡No! ¿Cómo podía ser una suplente? Pero Ashlyn no pudo contener el llanto. Las lágrimas corrían por sus mejillas. Su mente luchaba por asimilarlo todo.
Abajo, la conversación continuaba.
Sophia se acercó a Khalid y le agarró la corbata. «¿O sigues pensando en mí y quieres que vuelva?».
Ashlyn ya no pudo contenerse. Se derrumbó, temblando incontrolablemente.
Pero justo en ese momento, se oyó un fuerte golpe en la planta baja.
Sophia se levantó bruscamente y empujó a Khalid hacia el sofá. Luego, con una sonrisa burlona, le levantó la barbilla con sus delicados dedos. «Ya que parece que no puedes olvidarme, ¿por qué no revivimos los viejos tiempos?».
Sus palabras eran como cuchillos que atravesaban el corazón de Ashlyn. ¿Cómo habían llegado a esto? Ashlyn apenas podía procesar lo que estaba viendo. Sus manos temblaban mientras se agarraba a la barandilla, con la respiración entrecortada.
Desde su posición privilegiada en el piso de arriba, tenía una vista clara de las dos figuras tumbadas en el sofá de abajo. Y en cuanto las vio, las lágrimas brotaron de sus ojos, incontrolables y crudas.
El hombre al que había amado durante tanto tiempo estaba enredado con una mujer que era exactamente igual que ella. Y lo peor: tenían un pasado.
Una tormenta de emociones la invadió: ira, dolor, traición. Pero los años de moderación, de educación y de orgullo la impidieron actuar por impulso.
Abajo, Khalid se incorporó de repente. Su expresión cambió en un instante, pasando de indiferente a gélida. Con una mirada penetrante, empujó a Sophia. «Sophia, hemos terminado. No cruces la línea».
Sophia, sin embargo, no se inmutó. Seguía con la misma sonrisa burlona, seductora y a la vez sarcástica. Se inclinó hacia él y le tiró de la corbata. «¿Cruzar la línea? No parecías importarte cuando estabas en mi cama». Sus palabras rezumaban diversión, pero la calidez de su sonrisa era falsa.
La mirada de Khalid se oscureció. Le apartó la mano de un tirón y se levantó del sofá, mirándola con expresión gélida. —No sé cómo has conseguido quedarte aquí. Pero si intentas hacerles daño, no te lo perdonaré.
Los ojos de Sophia parpadearon y su sonrisa se desvaneció. Pero no se movió. En cambio, se recostó contra el sofá, con una postura elegante. —Ashlyn solo ve tu lado amable, ¿verdad? Probablemente no tiene ni idea de cómo eres en realidad. ¿Debería decírselo? ¿Dejar que vea tu verdadera cara?
La expresión de Khalid se volvió aún más fría.
Sophia se rió suavemente, con los ojos brillando con algo oscuro. —Me pregunto cómo reaccionaría si lo supiera. Después de todo, tú…
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