¿Quién se atreve a encantar a mi reina encantadora? - Capítulo 1519
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Capítulo 1519:
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Durante la mayor parte de su vida, había estado sola, tomando decisiones, gestionando sus emociones y cargando con el peso de sus responsabilidades sin nadie en quien apoyarse. Siempre se había ocupado de todo ella misma.
Aunque tenía una mente muy aguda a la hora de sopesar situaciones y tomar decisiones, lidiar con las personas que la rodeaban a veces la hacía sentir impotente.
Pero ahora las cosas habían cambiado. Con Vincent a su lado, el peso sobre sus hombros se sentía más ligero. Él era como una luz que la guiaba por el camino correcto. Era una sensación que nunca antes había experimentado. Y ahora… estaba completamente cautivada por ella.
Katelyn se encontró con la mirada de Vincent antes de besarle en los labios. —Vincent, me estoy enamorando cada vez más de ti. ¿Qué debo hacer? ¿Cómo no iba a adorar a un hombre como él?
Vincent sonrió levemente y la abrazó con más fuerza. —No hay nada que hacer. Es mi encanto. —Su voz era firme, llena de tranquila confianza.
Katelyn no pudo contener la risa. Vincent se estaba volviendo muy engreído. Pero, curiosamente, le gustaba aún más así, así era él de verdad.
En el pasado, siempre había tenido un aire sereno, distante e impenetrable. Pero esa versión de él era demasiado fría, demasiado reservada.
Ahora parecía auténtico. Por primera vez, sentía que realmente lo tenía en su vida.
Vincent se rió entre dientes. —No le des tantas vueltas. Si tienes hambre, come algo bueno. Si estás cansada, descansa un poco. Y si tienes planes, adelante con ellos.
Katelyn lo miró y asintió con firmeza, esbozando una sonrisa. Entonces, como si recordara algo, se puso seria. —Por cierto, quiero esperar a que Ashlyn regrese del palacio antes de seguir adelante con nuestro plan. De lo contrario, podría verse envuelta en él.
Una vez que Ashlyn estuviera fuera del palacio, los riesgos para ella se reducirían al mínimo.
Vincent aceptó sin dudarlo. —De acuerdo, haremos lo que tú decidas. Katelyn asintió con satisfacción.
En ese momento, el teléfono de Vincent sonó de repente. Echó un vistazo a la pantalla y vio el nombre de la persona que llamaba: era alguien inesperado. Era el rey. Tanto él como Katelyn se miraron sorprendidos.
Ella le dijo en voz baja: «Contesta».
Vincent se apartó y respondió a la llamada.
Cuando terminó la conversación, Katelyn observó su expresión. «¿Ha pasado algo?».
Desde que Vincent había roto el compromiso, el Rey apenas se había puesto en contacto con él. Sin embargo, ahora había tomado la iniciativa de llamarlo.
Algo no estaba bien.
Vincent dejó el teléfono y se volvió hacia ella. —Sí. Va a celebrar un banquete privado dentro de cinco días y nos ha invitado a los dos.
La mente de Katelyn comenzó a analizar la situación inmediatamente.
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