¿Quién se atreve a encantar a mi reina encantadora? - Capítulo 1517
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Capítulo 1517:
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Un escalofrío la recorrió. Se estabilizó y se obligó a responder. «Entendido».
Solo escribir esas letras le pareció una tortura.
¡Dos semanas! Para Sophia, eso no era tiempo suficiente. Sin embargo, no tenía otra opción. Tenía que seguir adelante.
De repente, una voz rompió el silencio. «¿A quién le estás enviando un mensaje?».
El corazón de Sophia latía con fuerza en su pecho. Se preguntó cuánto tiempo llevaba allí Katelyn y por qué no se había dado cuenta de su presencia.
Respiró hondo para calmarse, miró a Katelyn con expresión indiferente y le preguntó: «¿Puedo ayudarte?».
Katelyn echó un vistazo rápido a la pantalla del teléfono de Sophia. Mostraba una conversación informal con un amigo habitual, mensajes sobre salud, nada fuera de lo normal.
«Parece que te lo estás pasando bien desde que no estoy aquí para tratarte», respondió Katelyn, sentándose con naturalidad.
Sus palabras insinuaban que había venido ese día para continuar con la desintoxicación.
Sophia se quedó desconcertada. Esperaba que Katelyn lo pospusiera o que tal vez ni siquiera lo mencionara. Pero Katelyn había llegado ese día y Sophia solo podía sentir una oleada de frustración.
Sophia pensaba que Katelyn estaba siendo ingenua. Siempre había considerado a Katelyn «tontamente bondadosa». ¡Qué ridículo!
Sin contenerse, Sophia dijo: «Pensaba que no ibas a desintoxicarme».
Su actitud tranquila sugería que, aunque Katelyn no lo hiciera, ella aceptaría su destino.
Sin embargo, Katelyn no se dejó engañar por la actitud de Sophia. «Yo no soy como los demás, así que cumpliré mi promesa», dijo Katelyn con una pequeña sonrisa. Sus palabras eran claras y Sophia entendió perfectamente lo que quería decir. Se limitó a mirar a Katelyn en silencio.
Katelyn no quería malgastar más palabras con Sophia. Se concentró en la tarea que tenía entre manos, esforzándose aún más que antes.
Sophia, a pesar de su resistencia inicial, soportó bien la presión. Sus heridas habían sanado casi por completo, por lo que no se reabrieron durante la terapia.
Pasaron dos horas mientras continuaba la terapia. El agua restante había cambiado de color y ahora tenía un tono rojo intenso. Parecía una palangana llena de sangre.
A pesar de todo, Sophia mantenía la compostura. Se sentía inusualmente tranquila, con el cuerpo relajado en la bañera. Nunca se había sentido así antes.
Miró a Katelyn y dijo: «Esta vez es más fácil que la última, mucho mejor».
Mientras Katelyn recogía, miró a Sophia y arqueó una ceja. «Debería serlo. Si no fuera así, significaría que mis habilidades médicas no están a la altura». Katelyn dijo esto con total confianza.
Sophia se burló por dentro, pero no dijo nada y observó a Katelyn en silencio.
Una vez que Katelyn terminó, se dio la vuelta y se marchó sin decirle nada más a Sophia.
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