¿Quién se atreve a encantar a mi reina encantadora? - Capítulo 1509
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Capítulo 1509:
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Khalid y Sophia habían roto, y Khalid incluso había advertido a Katelyn que tuviera cuidado con Sophia. Eso solo ya lo decía todo.
La preocupación de Katelyn se centró en Ashlyn. Se frotó las sienes, sintiendo que le empezaba a doler. «No me importa su pasado, pero no quiero que Ashlyn salga herida». Katelyn se volvió hacia Vincent, inquieta.
Vincent la abrazó con fuerza, con la mirada perdida en el jardín donde vivía Sophia. Su voz se mantuvo tranquila. «Deberíamos esperar y ver qué pasa. Aún no conocemos todos los detalles. Sacar conclusiones precipitadas no servirá de nada». Las relaciones eran complicadas. Cada uno tenía que tomar sus propias decisiones. Como amigos, lo único que podían hacer era intervenir si las cosas se torcían. Al final, solo los implicados tenían la última palabra.
Katelyn entendía lo que quería decir, pero eso no alivió su preocupación. Confiaba en Khalid. No creía que fuera el tipo de persona que engañara a alguien. Se conocían desde hacía suficiente tiempo como para estar segura de ello. Pero aun así… no podía quitarse de la cabeza esa duda persistente sobre su verdadera naturaleza. Se frotó las sienes de nuevo.
Durante un momento, no supo qué decir. Luego, se levantó del regazo de Vincent. —Voy a ver a Sophia.
Vincent la agarró de la muñeca. —No podemos dejar que se nos escape nada todavía.
Ashlyn podría estar en un verdadero aprieto si Sophia tenía motivos ocultos.
Katelyn sabía que Vincent tenía razón. Le dio una palmadita en la mano con suavidad. —No te preocupes demasiado. No seré imprudente. Luego, se inclinó y le dio un breve beso antes de salir.
Vincent se quedó en el balcón, observando en silencio cómo cruzaba el jardín y desaparecía en la casa.
Dentro de la habitación de Sophia, estaba jugando a un juego en su teléfono cuando Katelyn entró. Apenas levantó la vista, arqueando una ceja antes de volver a concentrarse en la pantalla. «¿Qué haces aquí?», preguntó.
Sophia hacía tiempo que se había dado cuenta de que Katelyn solo acudía a ella cuando era necesario, normalmente por motivos médicos. Para ser sincera, ella lo prefería así. Katelyn acercó una silla, se sentó y la miró fijamente a los ojos. —Tengo una pregunta.
Los dedos de Sophia no se movieron. Simplemente silenció el juego y respondió: —Adelante.
Katelyn se recostó en la silla y se sirvió una taza de café con aire despreocupado. —Es sobre Zoey. ¿Por qué le hizo eso la Organización T? Si la querían muerta, podían haberla matado. ¿Por qué mantenerla con vida solo para hacerla pasar por todo eso?
Algo no cuadraba. Había reprimido esa pregunta antes. Pero ahora que Sophia quería colaborar con ella, era hora de ser sincera.
Sophia salió del juego, dejó el teléfono a un lado y se incorporó. Una lenta sonrisa divertida se dibujó en sus labios mientras observaba a Katelyn. —Te has contenido durante mucho tiempo. Pensaba que me lo preguntarías antes.
Se levantó, se acercó y se sentó frente a Katelyn. Luego se sirvió una taza de café y dio un sorbo.
Katelyn permaneció en silencio, esperando una respuesta.
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