¿Quién se atreve a encantar a mi reina encantadora? - Capítulo 1494
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Capítulo 1494:
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Vincent siempre había sabido que era impresionante. Pero ahora, le hacía latir el corazón como nunca antes. Se inclinó, rozando sus labios con la piel de ella, besándole los pechos con una reverencia que le resultaba nueva y salvaje.
Un gemido silencioso se escapó de los labios de Katelyn, mezclado con una fuerza que la mantenía firme.
Ese pequeño sonido encendió un fuego en Vincent, quemando sus últimas hebras de control. Sus manos exploraron suavemente sus pechos, trazando su forma mientras se empujaba dentro de ella, sus cuerpos encontrando un ritmo que se sentía como en casa.
En ese momento, se perdieron en todo excepto el uno en el otro, y el cuerpo de Katelyn tembló con una alegría que no pudo contener.
Dentro del coche, la fuerza constante de él se unió a la delicada gracia de ella, creando una imagen tan hermosa que podría haber sido pintada.
El mundo exterior se desvaneció, dejando solo a ellos, envueltos en algo excepcional. Una suave brisa se coló entre los árboles más allá de las ventanas, trayendo el aroma de la hierba y la luz de la luna. Parecía como si la propia naturaleza contuviera el aliento, observando cómo se desarrollaba su historia.
Katelyn se sentía como una pluma sobre una ola, llevada por el vaivén del amor de Vincent. Todo su ser se derritió en el calor de ese momento. La sensación era salvaje y libre, una marea contra la que no quería luchar.
Abrió los ojos a medias y los clavó en los de él con una chispa de deseo, y dijo con voz ronca: «Vincent, lo eres todo para mí».
Esas pocas palabras lo detuvieron por un instante. Luego volvió a moverse, con más fuerza, volcando todo lo que sentía en cada movimiento, como si le respondiera sin palabras.
Cuando terminó, Katelyn se dejó caer, demasiado cansada para mover un dedo. Su cuerpo le dolía de la forma más dulce.
Mientras tanto, Vincent seguía rebosante de energía. Le dio un beso suave en la frente, con una sonrisa en los labios. —¿Ya estás agotada? Aún no he terminado contigo —bromeó con voz cálida y juguetona. Le tomó la mano y la llevó hacia él, dejándola sentir su calor.
Los dedos de ella temblaron bajo el calor, y una pequeña chispa de sorpresa la recorrió. Tragó saliva, mirándolo a los ojos con los ojos muy abiertos, y rió a medias: —Eres demasiado. A este paso, voy a acabar en la cama durante días. La idea de estar postrada por demasiado…
Demasiado sexo la hizo reír a pesar de sí misma. No quería admitir lo tentador que le parecía estar enredada con él.
Vincent captó el destello de preocupación en su rostro y sonrió aún más, con los ojos brillantes de picardía. Se inclinó, rozando su nariz con la de ella, acortando la distancia entre ellos. Bajó la voz, y un suave murmullo rozó su piel. —Ni lo sueñes. Una vez más, amor.
Katelyn estaba a punto de negarse. Al segundo siguiente, Vincent la silenció con un beso.
Al principio, ella se resistió, pero pronto cedió a la ternura de Vincent. Esta vez, sus movimientos eran más suaves que antes, un cambio bienvenido. Se rindió por completo a la pasión que él despertó en ella. Después de la tormenta de deseo, su ternura la dejó sin aliento.
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