¿Quién se atreve a encantar a mi reina encantadora? - Capítulo 1489
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Capítulo 1489:
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Se vieron envueltos en un violento enfrentamiento que terminó con él muerto a golpes en el acto.
Afortunadamente, la ambulancia circuló con eficacia por el tráfico despejado y llegó en cuarenta minutos, lo que garantizó que la joven recibiera atención médica inmediata y fuera trasladada al hospital.
Después de que la ambulancia se marchara, Hilary miró a Katelyn con evidente admiración. «Señorita Bailey, su inteligencia y compasión son admirables. No es de extrañar que el señor Adams la tenga en tan alta estima».
Katelyn respondió con una sonrisa modesta, rechazando el cumplido con elegancia. «Me da demasiado crédito, Earl Crane. Solo hice lo que haría cualquier ciudadano responsable. Era lo mínimo que podía hacer». Estaba decidida a no buscar la gloria personal en la situación, manteniendo una actitud humilde durante toda la prueba.
Bernie miró a Hilary y luego reveló: «En realidad, es la mentora de Alfy».
Esta revelación pareció iluminar a Hilary, despertando una admiración visible. «Oh, ¿así que eres la mentora de Alfy? Eso explica tus excepcionales habilidades».
Katelyn mantuvo una sonrisa cortés, aunque por dentro no estaba muy emocionada. El flujo constante de elogios formales se estaba volviendo agotador. Bertrand, que observaba en silencio, dirigió una mirada penetrante a Katelyn, pero decidió permanecer callado y no unirse al torrente de cumplidos.
En ese momento, una voz familiar rompió el monótono intercambio. —Katelyn.
Oír la voz de Vincent provocó una repentina sensación de alivio en Katelyn. Participar en estas conversaciones interminables y a menudo superficiales estaba lejos de ser su preferencia. En un principio, había tenido la intención de pasar más tiempo con Bernie durante el proceso de compra de la casa, con el fin de averiguar qué estaba pasando realmente con él. Sin embargo, su plan aún no había dado frutos significativos, lo que la dejaba en una situación cada vez más incómoda.
Vincent se acercó con su habitual actitud reservada, saludando cortésmente a todos los presentes. Sin embargo, su expresión seguía siendo tan fría e indescifrable como siempre.
Hilary y Bernie, acostumbrados al comportamiento distante de Vincent, intercambiaron un breve saludo sin esperar calidez. Sabían que no debían tomarse su actitud fría como algo personal; al fin y al cabo, incluso las personas de alto rango le mostraban cierta deferencia.
Bertrand, sin embargo, se puso visiblemente tenso en presencia de Vincent. El hombre le intimidaba, sobre todo teniendo en cuenta las historias sobre las acciones pasadas de Vincent que aún rondaban por su mente.
Una vez terminados los saludos, Katelyn aprovechó el momento para dirigirse al grupo, con tono apologético pero firme. —Deben disculparnos, tenemos asuntos urgentes que atender. Gracias por su comprensión.
Sus palabras no dejaban lugar a objeciones y, sin demora, Vincent la guió fuera, reforzando con sus rápidos movimientos las palabras decididas de ella.
Bernie y Hilary intercambiaron una mirada de complicidad mientras Vincent y Katelyn se alejaban, con expresiones llenas de especulaciones. El aire a su alrededor vibraba con pensamientos tácitos mientras observaban a la pareja desaparecer en la distancia.
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