¿Quién se atreve a encantar a mi reina encantadora? - Capítulo 1445
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Capítulo 1445:
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—Vincent y Katelyn parecen profundamente enamorados. ¿Lo has visto? ¿De verdad vas a quedarte de brazos cruzados y dejar que sean felices juntos?
La malicia rezumaba en sus palabras, como si se deleitara con la idea de la desgracia de Ryanna.
Ryanna se burló: —Brendan, ¿sabes cuál es la mayor diferencia entre Vincent y tú? Su voz tenía un tono burlón.
Brendan no podía ver el desprecio en sus ojos, pero sin duda lo oía. Apretó el cigarrillo con fuerza antes de aplastarlo en la palma de la mano, y su expresión se ensombreció.
Su voz se volvió cortante. —Ryanna, te sugiero que elijas bien tus palabras. De lo contrario, las cosas no acabarán bien entre nosotros.
Esperaba que Ryanna estuviera furiosa por la negativa de Vincent, pero, en cambio, ella se mantuvo tan serena como siempre.
Sin embargo, Ryanna no tenía paciencia para las payasadas de Brendan ese día. Después de lidiar con la visita inesperada de Annie, no tenía ningún interés en entretener a otro provocador insignificante.
Su tono se volvió aún más frío. —¿Ah, sí? ¿Estás diciendo que te vas a asegurar de que las cosas no terminen bien para mí? ¿O es solo una amenaza vacía? Vincent era alguien con quien tenía que tener cuidado. Brendan… Ni siquiera merecía la pena tenerlo en cuenta.
Brendan dio un golpe en la mesa con la mano y apretó la mandíbula. —Ryanna, ¡no te vuelvas contra alguien que está tratando de ayudarte! ¿O es que ya no quieres a Vincent?
Él lo sabía bien. Ryanna había hecho mucho por Vincent en el pasado. Todos sabían que lo amaba. Y ahora que él había roto su compromiso, ¿no era eso una bofetada en la cara? Sin embargo, ella podía tolerarlo.
Ryanna levantó una taza de café de la mesa, dio un sorbo lento y respondió con indiferencia: «Brendan, un consejo: no te metas en lo que no te importa. Te ahorrarás muchos problemas». Era una advertencia. Muy directa.
Aún sentía algo por Vincent, pero su prioridad era asegurar el trono. No podía permitirse que los asuntos personales lo arruinaran.
El rostro de Brendan se retorció de rabia. —Está bien. ¡Algún día te arrepentirás de haberme rechazado! —Con eso, colgó.
Ryanna se quedó mirando su teléfono por un momento, sin impresionarse por su rabieta.
Puede que aún no tuviera el control total del reino, pero sabía exactamente lo que su padre había estado haciendo a puerta cerrada.
¿Trabajar con Brendan? Solo un tonto lo elegiría antes que a Vincent. La diferencia de poder entre ellos era insuperable, y Ryanna lo entendía muy bien.
Pero… Sus pensamientos volvieron a la mujer loca del pequeño bosque. ¿Quién era?
Esa mujer llevaba allí encerrada desde que Ryanna era niña. En una ocasión, su curiosidad la llevó a investigar, pero por entonces sus recursos eran limitados. El rey se lo había dejado claro: no debía indagar en el asunto. Así que lo había dejado estar.
Pero ahora Katelyn sentía la misma intriga. Y Ryanna ya no podía ignorar su propia curiosidad.
Cogió el teléfono y envió un mensaje.
«Averigua la identidad de la mujer encerrada en el bosque detrás del jardín del palacio».
Luego, dejó el teléfono, con la mente ya barajando las posibilidades. Por ahora, no podía permitirse enemistarse con Katelyn. Todo debía manejarse con cuidado.
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