¿Quién se atreve a encantar a mi reina encantadora? - Capítulo 1440
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Capítulo 1440:
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Con el ceño fruncido y preocupada, Ryanna preguntó en voz baja: «Annie, ¿necesitas algo hoy?».
A pesar de las instrucciones específicas de Ryanna de que no la interrumpieran, Annie se había abierto paso a empujones.
Annie se dio cuenta de que Ryanna no estaba contenta, aunque no entendía el motivo. Se acercó a Ryanna, la tomó del brazo con cariño y le respondió: «Ryanna, han pasado varios días desde la última vez que nos vimos. Te he echado mucho de menos».
Había pasado algún tiempo desde su último encuentro, que había tenido lugar en casa de Fiona. A Annie le preocupaba que los recientes acontecimientos pudieran alejar a Ryanna, y eso le inquietaba. Su familia dependía del apoyo de Ryanna, sobre todo teniendo en cuenta los asuntos futuros que probablemente requerirían su participación.
Un rápido intercambio de miradas entre Annie y Ryanna lo reveló todo. Las preocupaciones de Annie se reflejaban en su rostro, aunque intentaba ocultarlas.
Al observar esto, Katelyn cruzó brevemente la mirada con Annie antes de volver a centrar su atención en las exquisitas joyas, y pensó para sus adentros lo hábil que era Annie para ganarse el favor de los demás.
Sin embargo, Annie, al darse cuenta de la mirada de Katelyn, le lanzó una mirada de disgusto y le preguntó con brusquedad: —Señorita Bailey, ¿qué la trae por aquí hoy? O tal vez…
A continuación, su mirada se posó en las joyas expuestas sobre la mesa. Tras examinar una de ellas, se volvió hacia Katelyn con una sonrisa burlona y dijo: —Parece que alguien solo está aquí para beneficiarse, ¿no?
Al oír esas palabras, Katelyn se detuvo en seco…
Se volvió hacia Annie y le esbozó una leve sonrisa mientras respondía: —¿Estás insinuando que Ryanna es un blanco fácil?
El humor de Ryanna se ensombreció visiblemente, aunque intentó ocultar su irritación.
Annie se dio cuenta rápidamente de su error e inmediatamente trató de enmendar sus palabras. —Ryanna, no quería decir eso. Por favor, no lo malinterpretes. Solo…
—¡Ya basta! —la interrumpió Ryanna, mostrando claramente su descontento con los comentarios de Annie.
Sabiendo que Ryanna rara vez mostraba su temperamento, Annie se dio cuenta de que la había enfadado de verdad. Decidiendo que era mejor no provocarla más, Annie se esforzó por calmarse. Esbozó una sonrisa conciliadora, tiró suavemente del brazo de Ryanna y dijo: «Lo siento de verdad. Prometo no volver a cometer ese error».
Aunque a veces era ingenua, Annie comprendía la importancia de no molestar a Ryanna. Estaba claro que no era el momento de enemistarse con ella. Desde un segundo plano, Katelyn observaba el juego de poder que se estaba desarrollando. Annie, normalmente obstinada, mostraba deferencia hacia Ryanna. Aunque por dentro estuviera descontenta, Annie tenía que tragarse su insatisfacción.
La severa respuesta de Ryanna cambió visiblemente el comportamiento de Annie, que se volvió mucho más dócil y menos problemática.
Katelyn decidió ignorar la presencia de Annie, lo que ayudó a mantener un ambiente tranquilo. Continuó examinando las joyas, cada una de las cuales le resultaba extrañamente familiar y le provocaba una profunda sensación de reconocimiento.
Tras reflexionar más detenidamente, Katelyn no conseguía recordar dónde había visto antes esos objetos. Su memoria solía ser impecable; una vez que veía algo, rara vez se le escapaba. Esto le hacía estar segura de que esos objetos eran nuevos para ella. Sin embargo, la molesta sensación de familiaridad la desconcertaba. Katelyn seguía desconcertada por la conexión que sentía.
Al notar el comportamiento apagado de Annie, Ryanna le dedicó una cálida sonrisa a Katelyn y le sugirió: «Katelyn, las flores del jardín trasero están en plena floración. ¿Te gustaría verlas?».
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Nota de Tac-K: Linda tarde queridas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. ( • ᴗ – ) ✧
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