¿Quién se atreve a encantar a mi reina encantadora? - Capítulo 1426
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Capítulo 1426:
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Diez minutos más tarde, Katelyn extrajo el dispositivo de escucha, cortando sus conexiones con precisión quirúrgica. Los ojos y oídos invisibles que habían acechado cada movimiento de Sophia eran por fin, misericordiosamente, ciegos y sordos.
La mirada de Sophia buscó la de Katelyn, con una expresión en la que se mezclaban la gratitud y el agotamiento. Pero la conciencia se le escapó como el agua y la oscuridad la envolvió antes de que pudiera articular palabra.
Katelyn miró a Vincent y dijo: «Vincent, desátala. Tengo que curarle las heridas antes de que se desangre».
Vincent lo entendió de inmediato. Asintió y respondió: «De acuerdo». Pronto, los subordinados se adelantaron y quitaron las cuerdas que ataban a Sophia.
Katelyn examinó los brazos y las piernas de Sophia. Las marcas de las cuerdas eran tan profundas que casi le cortaban la piel, una clara señal de su extraordinaria resistencia.
Vincent preguntó entonces: «Katelyn, ¿necesitas algo más? Puedo traértelo».
Sin apartar la mirada de Sophia, Katelyn respondió: «Sí, trae medicina para limpiar sus heridas y algo para detener la hemorragia. Además, busca otra habitación para ella».
Este lugar estaba demasiado sucio y caótico. Las condiciones insalubres podían ser mortales para Sophia. Incluso después de sobrevivir a la bomba, una infección aún podía matarla. Katelyn aún no había descubierto la información crucial detrás de todo esto. Sophia tenía que seguir con vida un poco más.
Vincent la entendió y rápidamente organizó la ayuda necesaria.
Después de poner todo en orden, Katelyn entró en la habitación recién preparada donde ahora descansaba Sophia. Se quedó de pie junto a la cama, sumida en sus pensamientos sobre quién estaba realmente detrás de todo esto.
Mientras tanto, Vincent ya había comenzado a desplegar la seguridad alrededor de la zona. Aunque no estaba seguro de si la Organización T sabía que Sophia seguía viva, puso defensas por si acaso.
Al pie de las escaleras, Vincent vio a Jaxen y Alfy corriendo desde el edificio principal. Jaxen preguntó con ansiedad: «Vincent, ¿qué ha pasado? He oído una gran explosión».
Alfy, mirando detrás de Vincent con preocupación en su rostro, añadió rápidamente: «Sr. Adams, ¿dónde está Katelyn?».
Sabiendo que la explosión no podía haber pasado desapercibida, Vincent respondió: «Ha habido un pequeño accidente, pero Katelyn está bien. No la molestéis ahora, tiene cosas que hacer».
Como aún no se había confirmado el estado de Sophia, Vincent se limitó a dar una breve explicación. Miró su reloj y continuó: «Volved y descansad por ahora. Tengo cosas que hacer». Luego se alejó con paso firme.
Alfy, aún inquieta, se volvió hacia Jaxen y le preguntó: «Jaxen, ¿de verdad va todo bien?». No había visto a Katelyn y seguía preocupada. Jaxen le tomó la mano con delicadeza y la tranquilizó: «Si Vincent dice que va todo bien, entonces así debe ser. Confío en él y sé lo importante que es Katelyn para él».
Así de grande era su confianza en Vincent. Sabía lo importante que era Katelyn para él. Si le hubiera pasado algo, Vincent no habría permanecido tan sereno. Alfy asintió, sintiéndose un poco más tranquila, y dijo: «Está bien».
Jaxen sonrió levemente y bromeó: «Alfy, por fin estás dispuesta a hablar conmigo. Dime, ¿qué te pasa hoy? Si he hecho algo mal, te pediré perdón, ¿de acuerdo?».
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