¿Quién se atreve a encantar a mi reina encantadora? - Capítulo 1390
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1390:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Brendan empujó a la mujer que sostenía, esbozando una sonrisa maliciosa. «Señorita Spencer, ¿de verdad va a apuntarme con un arma solo para proteger a alguien cercano a Katelyn?». A los ojos de Brendan, cualquiera relacionado con Katelyn también estaba relacionado con Vincent. No le importaba matarlos a todos.
Pero ahora, Brendan se preguntaba a quién intentaba proteger Sophia realmente. Se sintió cautivado por ese pensamiento.
Aun así, Sophia se mantuvo firme, imperturbable. Volvió a colocar el frío cañón del arma contra la frente de Brendan, con una presencia gélida y mortal, como un demonio dispuesto a arrastrarlo a las profundidades de la oscuridad.
—Puedes intentarlo. A ver si eres capaz de sobrevivir a mi bala.
En ese instante, Brendan estuvo convencido de que ella apretaría el gatillo. La mujer a su lado temblaba, demasiado asustada para articular palabra, temerosa de ser ella quien recibiera una bala en la cabeza.
Sophia enfundó el arma y se alejó.
Brendan la observó marcharse y, enfurecido, agarró una copa de vino de la mesa y la lanzó al suelo.
La copa se hizo añicos y los fragmentos salieron disparados en todas direcciones. Uno de ellos rebotó y rozó la pantorrilla de la mujer, cortándole profundamente la piel. La sangre comenzó a brotar lentamente de la herida. Pero ella permaneció en silencio, demasiado asustada incluso para gemir.
El rostro de Brendan se retorció de ira. «¡Maldita sea! Algún día haré que esa zorra se arrepienta. La arrastraré a la cama y le daré una lección. Se cree que es muy importante. ¿De verdad cree que le tengo miedo?». Si Vincent no fuera tan difícil de manejar, Brendan no tendría que molestarse en mantener intacta su delicada alianza ni tolerar la rebeldía de Sophia. ¡Ni por un segundo!
Al instante siguiente, Brendan dio una patada en la pierna herida de la mujer. «¿Qué haces todavía aquí? ¡Lárgate!».
La mujer tropezó y cayó al suelo. Su mano golpeó los cristales rotos, haciéndose un profundo corte en la palma. El dolor era insoportable, pero se obligó a permanecer en silencio, reprimiendo los gritos que amenazaban con escapar. Conocía muy bien la crueldad y la despiadada naturaleza de Brendan. Un simple paso en falso podría provocar que él acabara con su vida en un instante.
Brendan entrecerró los ojos, irradiando una energía peligrosa.
Esa zorra, Sophia, dijo que no podía involucrar a nadie inocente en esto. ¿Significaba eso que ahora tenía que pensárselo dos veces antes de actuar contra alguien que no fuera Katelyn y Vincent?
Antes de esta alianza, seguía sus propios impulsos sin cuestionar nada. Ahora, ¿realmente tenía que obedecer sus órdenes?
¡Maldita sea! Cuanto más lo pensaba Brendan, más se enfadaba.
Frunció el ceño, repasando mentalmente los acontecimientos del día. Hoy, los únicos que estaban en el restaurante, aparte de Katelyn y Vincent, eran Jaxen y una joven. Si Sophia estaba protegiendo a alguien, tenía que ser uno de ellos.
De repente, Brendan se dio cuenta de algo. Sus labios se torcieron en una sonrisa despectiva. «¡No puede ser! ¿Le gusta Jaxen?».
¿Llegar tan lejos por un hombre? Quizás Sophia no era tan dura como parecía. Una vez que una mujer entregaba su corazón a un hombre, revelaba su vulnerabilidad.
Brendan vio la oportunidad de usar esto en su contra. Enfrentarse a Vincent podría ser una batalla perdida, pero Jaxen, con sus habilidades inferiores, sería un blanco fácil para Brendan.
Pensando en ello, la sonrisa de Brendan se hizo más amplia. No le dedicó ni una mirada a la mujer que seguía en el suelo mientras se marchaba. Como algunos eran ahora intocables, se mantendría alejado de Jaxen por el momento. En cuanto al resto… ¡Estaba listo para pasar a la acción!
Justo en ese momento, Sophia salía de la casa de Brendan cuando su teléfono comenzó a sonar. Al ver quién era, su rostro se transformó sutilmente antes de contestar.
.
.
.