¿Quién se atreve a encantar a mi reina encantadora? - Capítulo 1375
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Capítulo 1375:
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«¿Cómo ha ido? Si las cosas se descontrolan, llamaré al Sr. Adams inmediatamente».
Sintiéndose un poco aliviada, Katelyn respondió: «Ya está todo arreglado. No hay nada de qué preocuparse».
Katelyn solía reflexionar sobre las rarezas de las relaciones humanas. Tanto Amy como Fiona procedían de familias nobles, pero sus personalidades eran diametralmente opuestas. Amy era cálida y amable, mientras que Fiona era amargada, rencorosa y celosa. Era una clara demostración de las profundas diferencias que podían existir entre las personas.
En cuanto colgó el teléfono, la puerta de su habitación se abrió de golpe.
En el umbral, Katelyn vio a Vincent y arqueó las cejas con gesto interrogativo. —¿Qué haces aquí? —Tenía intención de que pasara la noche en otra habitación para que descansara bien.
Con una mirada penetrante, Vincent preguntó: —¿Ha causado problemas Fiona?
A Katelyn no le sorprendió que Vincent estuviera al tanto de las travesuras de Fiona. Lo confirmó con un gesto de asentimiento, sin molestarse en ocultarlo. —En efecto, pero no ha conseguido nada. Le he dado una lección.
Katelyn se dejó caer en una silla, sintiendo por fin el alivio del cansancio. Los acontecimientos de la noche anterior la habían dejado completamente agotada, y el esfuerzo de disciplinar a alguien había mermado las pocas fuerzas que le quedaban.
Vincent se acercó y rodeó a Katelyn con sus brazos. En ese momento, se fijó en la hinchazón de su mejilla. Su actitud se volvió fría al instante.
Sacó su teléfono y ordenó: —Samuel, quita la mano de Fiona. Katelyn interceptó rápidamente el teléfono y le dijo a Samuel: —Espera. No la toques por ahora. Todavía me es útil.
Si no hubiera sido por su necesidad de investigar a la familia Ruiz, Fiona ya habría sido castigada.
Samuel, tomado por sorpresa, dudó, sin saber a quién obedecer.
Vincent miró a Katelyn. Dada su insistencia, el castigo de Fiona tendría que esperar. Era muy consciente del delicado asunto que Katelyn estaba investigando.
—Está bien, no la toques por ahora. Solo vigílala de cerca y ve cuál es su próximo movimiento.
Fiona no era de las que dejaban las cosas pasar. Por eso se había acercado a Katelyn ese mismo día.
Samuel, comprendiendo la situación, asintió rápidamente. —Entendido.
Una vez terminada la llamada, Vincent estrechó más a Katelyn entre sus brazos. Apoyó la barbilla en la cabeza de ella, como si su presencia pudiera calmar el vacío que sentía en el alma.
Katelyn susurró: —Amy me ha hablado hoy de la familia Ruiz. Vincent ya se lo esperaba. Incluso sin la iniciativa de Amy, Katelyn se habría asegurado de hablar con él.
Su confianza en las habilidades de ella era inquebrantable, por lo que no se sorprendió y se limitó a preguntar: «¿Y bien?».
Katelyn le contó todos los detalles que Amy le había dado.
Vincent clavó su intensa mirada en Katelyn y frunció el ceño. «Entonces, ¿tu madre podría seguir viva?».
Si ese fuera el caso, sería increíble. Katelyn podría tener por fin la oportunidad de volver a conectar con su familia.
Katelyn recordó lo que Fiona y Bertrand habían mencionado antes en la planta baja. Agarró a Vincent por la barbilla y le inclinó la cabeza con fuerza para mirarle a los ojos y preguntarle: «¿Por qué se refirieron a mí como «señora Adams»?». Era poco probable que hicieran tal afirmación sin motivo, sobre todo teniendo en cuenta el afán de Fiona por ver a Katelyn deshonrada. Fiona siempre había rechazado la idea de que Katelyn fuera la pareja de Vincent, pero hoy lo había declarado abiertamente. Cuanto más lo pensaba Katelyn, más sentía que algo no cuadraba.
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