¿Quién se atreve a encantar a mi reina encantadora? - Capítulo 1312
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Capítulo 1312:
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La mente de Katelyn se aceleró y las palabras se le enredaron mientras luchaba por responder.
Pasaron unos segundos y, al no obtener respuesta, Vincent la soltó y le levantó suavemente la barbilla, obligándola a mirarlo a los ojos. —¿Seguro que no tienes una respuesta para mí? —Sus ojos sinceros la mantuvieron cautiva, dejándola inmóvil.
Antes de que Katelyn pudiera ordenar sus pensamientos, Vincent se inclinó de nuevo, con intenciones claras. Planeaba seguir besándola hasta que ella accediera. Pero justo cuando sus labios estaban a punto de encontrarse de nuevo, el momento se vio interrumpido por un golpe repentino en la ventana.
Katelyn y Vincent miraron por la ventanilla del coche. A través de la tenue luz, Katelyn vio a Khalid de pie fuera.
Instintivamente, apretó con fuerza la camisa de Vincent. Katelyn no podía soportar que Khalid la viera así. No quería darle ninguna razón para que se burlara más de ella.
Las lágrimas brillaban en sus ojos mientras miraba a Vincent, con voz suave y suplicante. —No…
Vincent nunca había visto ese lado vulnerable de Katelyn. Eso despertó algo en él y le dio un suave beso en los labios.
Alejándose, Vincent bajó la ventanilla y miró a Khalid con frialdad. —¿Qué pasa? —preguntó con voz aguda.
Los ojos de Khalid se posaron en el interior del coche, claramente queriendo hablar con Katelyn, pero Vincent se movió ligeramente, bloqueándole la vista.
Khalid arqueó una ceja, esbozando una leve sonrisa en los labios. —No es nada. Solo cuídala —dijo con un gesto de complicidad. Dicho esto, se dio la vuelta y se alejó con paso tranquilo.
Vincent frunció aún más el ceño mientras veía a Khalid desaparecer en la distancia.
Solo entonces Katelyn se asomó por detrás de Vincent, siguiendo con la mirada la figura de Khalid que se alejaba. Su voz era tranquila, pero sincera. —Ha pasado por mucho para llegar hasta aquí. Si es posible, ayúdale a encontrar una novia.
Al menos Khalid tendría a alguien a su lado.
Aunque Katelyn y Vincent no habían definido abiertamente su relación, siempre habían compartido un vínculo único, confiándose todo el uno al otro. Ella entendía lo reconfortante que podía ser esa conexión. Sentía que Khalid era alguien que necesitaba desesperadamente ese tipo de compañía.
Vincent, por su parte, había visto más allá de las payasadas iniciales de Khalid. No podía evitar encontrar a Khalid un personaje bastante intrigante. Con una leve sonrisa, Vincent respondió en voz baja: «De acuerdo».
Katelyn se volvió hacia él con expresión curiosa. «¿Qué querías decir antes cuando dijiste que tu compromiso con Ryanna se había disuelto con éxito?».
Estaba demasiado preocupada con el concurso de diseño de joyas como para preguntárselo antes.
Vincent se recostó contra el asiento del coche y subió la ventanilla. Su voz era tranquila cuando explicó: —Romper un compromiso con la familia real solo requiere la aprobación del rey. El verdadero reto es lidiar con las consecuencias.
Katelyn lo entendió. Había supuesto que sería un proceso largo y complicado, pero parecía que el compromiso en sí era la parte más sencilla. Las dificultades estaban en otra parte.
Vincent se puso serio al mirarla. —Ten cuidado en los próximos días. Si ocurre algo inusual, no intentes manejarlo sola. Avísame.
Por un momento, Katelyn se quedó desconcertada, pero rápidamente comprendió su preocupación. Asintió con la cabeza. —Lo haré.
Luego añadió: —Creo que me quedaré en el hotel unos días y evitaré salir. No tienes que preocuparte por mí.
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