¿Quién se atreve a encantar a mi reina encantadora? - Capítulo 1307
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Capítulo 1307:
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«Qué giro tan sorprendente, pero Ashlyn se lo merece. ¡Bien hecho!».
«¿Perder contra una novata? Es vergonzoso para Iris».
El último comentario desató una avalancha de reacciones negativas, y muchos salieron en defensa de Katelyn, señalando que en las competiciones siempre hay ganadores y perdedores, y que esta no era una excepción. Esos comentarios groseros eran innecesarios, y era lógico que la gente interviniera para poner en su sitio al autor del comentario.
Katelyn estaba totalmente concentrada en Ashlyn mientras esperaba a que bajara del escenario.
Ashlyn finalmente pronunció su discurso de aceptación, lleno de gratitud y esperanza.
Annie, una de las jueces, parecía visiblemente molesta, pero se guardó sus pensamientos para sí misma. Por mucho que le molestara el resultado, no podía hacer nada más que ver a Ashlyn disfrutar de su momento de gloria.
Ryanna se dio cuenta de la frustración de Annie y frunció ligeramente el ceño. Pensó que Annie estaba siendo poco profesional, pero decidió no comentar nada.
Al terminar la competición, Khalid se acercó a Katelyn con una sonrisa cómplice. «Me sorprende que le hayas dado esta oportunidad a otra persona», bromeó. Sabía que Katelyn siempre lo daba todo en cada competición, pero hoy había tirado la partida.
Nadie conocía mejor que Khalid el enfoque de Katelyn hacia su trabajo. En cuanto vio los diseños, comprendió inmediatamente su intención. Katelyn sonrió levemente. —Sr. Scott, debería haberse guardado esos comentarios para usted.
—No puedo evitarlo —rió Khalid—. Pongámonos al día durante el almuerzo.
Katelyn asintió, aceptando fácilmente. —De acuerdo. Hacía tiempo que no se veían. Ponerse al día tomando algo le pareció la forma perfecta de reencontrarse.
Justo cuando Ashlyn bajaba, vio a Khalid y Katelyn juntos. Curiosa, preguntó: «Esperad, ¿os conocéis?».
Antes de que Katelyn pudiera responder, Ashlyn se volvió hacia Khalid con entusiasmo. «¡Dios mío, soy una gran admiradora tuya! ¿Me firmas un autógrafo?». Khalid se quedó desconcertado, pero sonrió cálidamente. «Por supuesto». Al darse cuenta de que Katelyn y Ashlyn eran amigas, Khalid no dudó.
Los ojos de Ashlyn se iluminaron, pero luego se detuvo incómoda. Buscó un bolígrafo y papel, pero recordó que su vestido no tenía bolsillos. El ambiente se volvió un poco incómodo por un momento.
Al darse cuenta de su nerviosismo, Khalid señaló una mesa cercana con sus elegantes dedos. «Hay papel y bolígrafos allí».
Ashlyn se dio un golpe en la frente, invadida por una ola de vergüenza. Tenía la mente tan confusa que no podía pensar con claridad. ¿Cómo había podido pasar por alto algo tan sencillo?
Soltó una risa incómoda y murmuró: «Lo siento». Por dentro, se lamentó por haber dado una impresión tan tonta.
Al observar su interacción, una sonrisa pícara se dibujó en el rostro de Katelyn, que se preguntaba si esos dos podrían hacer buena pareja.
La frustración aún persistía en la mente de Ashlyn tras el incómodo momento. Un suspiro escapó de sus labios mientras pensaba: «¿Cómo he podido ser tan torpe de repente? ¿Se habrá reído Khalid al verlo?».
La mirada de Khalid se suavizó y una pizca de diversión se dibujó en sus labios mientras la tranquilizaba: «No te preocupes. No es para tanto». Con un rápido movimiento, le firmó un autógrafo a Ashlyn.
Volviéndose hacia Ashlyn, Katelyn arqueó una ceja, con un brillo juguetón en los ojos, y dijo: «Oye, vamos a comer algo. ¿Quieres venir con nosotros?». Pensó que era la oportunidad perfecta para que se conocieran mejor. Era la primera vez que Katelyn se planteaba hacer de celestina.
Ashlyn parpadeó, momentáneamente desconcertada. Su mirada se posó en Khalid y una pizca de emoción brotó en ella mientras preguntaba: «¿En serio? ¿Puedo ir?». Sus palabras denotaban cierta vacilación, ya que no estaba segura de si estaba siendo demasiado atrevida con Khalid. Quizás era porque lo admiraba tanto que siempre quería causarle una buena impresión.
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