¿Quién se atreve a encantar a mi reina encantadora? - Capítulo 1225
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Capítulo 1225:
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¡Era el momento de actuar! Los ojos de Katelyn se dirigieron hacia delante. El coche de Vincent no podía avanzar debido a las púas, pero él tenía otra idea.
¡Embistió con el coche a los atacantes!
Katelyn y Vincent, en perfecta sincronía, lanzaron su contraataque.
Pero entonces, algo llamó la atención de Katelyn. Una figura familiar y fuera de lugar, escondida detrás de los atacantes. Se le cortó la respiración.
—¡Rápido! ¡Está ahí atrás!
Vincent vio a Sophia y, sin dudarlo, pisó el acelerador a fondo, dirigiéndose directamente hacia ella. La arriesgada maniobra obligó a Sophia a saltar hacia atrás alarmada.
Katelyn aprovechó la oportunidad y levantó el arma para disparar de nuevo. Pero… —¡Maldita sea! —murmuró entre dientes.
—No quedan balas.
Ahora parecía casi imposible atrapar a Sophia. Pero tenía que hacerlo. Si Sophia escapaba, ¿quién sabía qué caos podría desatar? Los ojos de Vincent se oscurecieron con una determinación gélida. Gruñó: «Quédate en el coche. Yo me encargo de esto».
El coche se detuvo bruscamente, atrapado en un surco rodeado de imponentes cedros. Sin posibilidad de seguir adelante, Vincent se dio cuenta de que no tenía más remedio que enfrentarse a los atacantes con las manos desnudas. Katelyn se opuso inmediatamente.
—¡Ni hablar!
Sophia llevaba sin duda un arma. Salir del coche solo convertiría a Vincent en el blanco.
Vincent entendía su preocupación, pero era una oportunidad única. Dejar escapar a Sophia no era una opción.
—Confía en mí —dijo con firmeza, con voz firme. Sin esperar respuesta, Vincent abrió la puerta y salió del coche.
Las balas silbaron en el aire y se estrellaron contra la puerta del coche, mientras Vincent se agachaba detrás de ella para protegerse.
Katelyn sintió un nudo en el pecho por el miedo.
No, no podía dejar que Vincent se enfrentara solo a aquello.
Apretando los dientes, abrió de un tirón la puerta trasera de su lado. Tenía que actuar, distraer la atención de los atacantes y darle a Vincent una oportunidad de sobrevivir.
—¡Vuelve al coche! —ladró Vincent al verla moverse.
Pero Katelyn lo ignoró. Le lanzó una mirada significativa, con la atención ya puesta en Sophia. Cogió una botella de agua de la guantera del coche y la lanzó al exterior. Los disparos la hicieron pedazos al instante.
Aprovechando la distracción momentánea, Katelyn rodó hacia un lado y se refugió detrás de un cedro cercano al coche.
Vincent se dio cuenta de que era demasiado tarde para detenerla. Si tenían que luchar, era mejor hacerlo juntos. Sophia ahora tenía que elegir un objetivo, Vincent o Katelyn, dando una oportunidad al otro.
Una oportunidad para acercarse. Sus movimientos eran rápidos e implacables, acercándose poco a poco con cada segundo que pasaba.
La compostura de Sophia comenzó a flaquear. Sabía lo que pasaría si Vincent la atrapaba. Pero tenía que matar a Katelyn. Los ojos de Sophia brillaron con intención asesina mientras apuntaba de nuevo a Katelyn. Sin embargo, cuando apretó el gatillo, no pasó nada.
—¡Maldita sea! —maldijo. Su arma estaba descargada en el peor momento posible.
Vincent y Katelyn intercambiaron una mirada. Sin dudarlo, se abalanzaron juntos sobre Sophia.
Sophia apretó los dientes y se adentró en la espesa selva.
Los tres eran implacables, su resistencia era inigualable. A pesar de que la oscuridad descendía, corrían a toda velocidad por el terreno irregular, con la respiración entrecortada y el corazón latiendo como tambores de guerra.
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