No me dejes, mi querida mentirosa - Capítulo 527
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Capítulo 527:
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Sus palabras resonaron en su mente, despertando emociones que no quería admitir.
El bosque estaba lleno de vida, con las luces intermitentes de las ambulancias y los vehículos de la policía. El caos de la escena era abrumador. Nyla nunca había vivido nada parecido.
Para ella, la supervivencia siempre había sido una lucha silenciosa, nunca una prueba pública. Bastaba con sobrevivir.
A ella y a Ethan los subieron a una ambulancia. Mientras su visión se nublaba, vio a Ethan desmayarse a su lado, agotando finalmente sus fuerzas.
Cuando Nyla despertó, ya era la tarde del día siguiente.
Bonnie caminaba nerviosa cerca de la cama, con la preocupación reflejada en cada uno de sus movimientos. Candy estaba sentada cerca, con la atención puesta en su teléfono y una expresión igualmente tensa.
En cuanto Nyla se movió, Bonnie se apresuró a llamar al médico.
«La lesión en la pierna es grave», explicó el médico. «Puede haber efectos a largo plazo, como dolor ocasional y movilidad limitada. Necesitará una rehabilitación cuidadosa para recuperarse».
Nyla escuchó en silencio, con expresión tranquila.
Ya se había preparado para lo peor: que tal vez nunca recuperaría el uso completo de su pierna.
«¿Dónde está Ethan?», preguntó Nyla con voz ronca, probablemente por la deshidratación; tenía la garganta seca.
Candy le pasó rápidamente un poco de agua y luego le explicó la situación. «Sigue en coma. El médico dijo que la bala le rozó el corazón. Tiene suerte de estar vivo, pero no recuperará la conciencia hasta dentro de unos días».
El corazón de Nyla se aceleró. ¿La situación había sido tan crítica? Eso explicaba por qué Ethan había permanecido inmóvil durante un tiempo mientras la protegía. Pero, ¿cómo había conseguido levantarla después?
«Si quieres visitarlo, tienes que cuidar tu pierna o acabarás lisiada», dijo Candy.
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Nyla era consciente de la gravedad de su lesión en la pierna. Desde luego, no se arriesgaría.
—Lo entiendo —respondió asintiendo con la cabeza.
«Uno de ellos escapó, el resto están muertos», dijo Candy, dándole las respuestas que buscaba. «Ethan no mostró piedad; probablemente no quería que ninguno sobreviviera. La policía fue inesperadamente servicial; debe de haberlos influido de alguna manera. Si quieres saber quién te persigue, Ethan es a quien debes preguntar».
«¿Qué?», se sorprendió Nyla. ¿Ethan ya lo había descubierto todo?
«He investigado un poco por mi cuenta. Los atacantes eran asesinos internacionales notorios, siempre fugitivos, de ahí su renuencia a mostrar sus rostros. Deben haberles ofrecido una suma considerable esta vez; asumieron el riesgo de ser perseguidos solo para atacarte», añadió Bonnie.
Nyla reflexionó sobre quién podría ser el responsable. Se había ganado algunos enemigos en el extranjero, pero ninguno se atrevería a desafiar a Franklin, por lo que no le harían daño. Incluso si hubiera regresado a casa, ellos sabrían que, si Franklin se enteraba, su destino sería terrible.
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