No me dejes, mi querida mentirosa - Capítulo 383
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 383:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
«¿De verdad no vas a volver al trabajo?». Candy removió su café, con una mirada severa teñida de un atisbo de renuencia, aunque su rostro permaneció tan impasible como siempre.
Nyla, tras terminar sus tareas en el estudio, se disponía a salir cuando la pregunta de Candy la detuvo.
«¿Ves a esa gente ahí fuera? ¿Crees que es posible que vuelva?». Candy miró a los guardaespaldas vestidos con trajes negros y frunció el ceño. «¿Es esto obra de tu marido? Parece que tiene mucho poder e influencia».
Preferiendo no ahondar en asuntos relacionados con Ethan, Nyla se limitó a encogerse de hombros. «No te equivocas. Me voy ya».
Cuando Nyla se disponía a marcharse, el tono de Candy se suavizó. «Si alguna vez necesitas ayuda o decides que es hora de irte, solo tienes que pedírmelo».
Nyla entendió que Candy contaba con un gran apoyo y que solo había dejado a su familia para buscar la independencia. La oferta ablandó un poco el corazón de Nyla. Antes de que pudiera darle las gracias, la voz de Candy adoptó un tono sarcástico.
«Es evidente que Callie Higgins está intentando tenderte una trampa.
Mantente alerta y no dejes que sus juegos te atrapen. Perdería el respeto por ti si lo hicieras».
Nyla no encontró palabras para responder. A pesar de la situación, una sonrisa se dibujó en su rostro; la apariencia dura de Candy ocultaba una naturaleza más cariñosa.
Cuando Nyla salió del estudio, de repente alguien la llamó con un tono familiar, lo que la hizo volverse sorprendida. Era Pearson.
«¿Pearson?», exclamó, asustada.
Pearson esbozó una amplia sonrisa. —Me preocupaba no volver a verte.
—¿Qué haces aquí? ¿Cómo sabías que me encontrarías aquí? —El tono de Nyla estaba lleno de recelo. Últimamente, le resultaba cada vez más difícil confiar en alguien, dado todo lo que había sucedido.
Pearson entrecerró los ojos juguetonamente y le dedicó una sonrisa. «Tengo un amigo llamado Alex Beckett que trabaja aquí. Ayer le hablé de ti y me dijo que eres su jefa. Qué casualidad, ¿verdad?».
Lo nuevo está en ɴσνєʟα𝓼4ƒ𝒶𝓷.ç𝓸m para ti
Nyla se tomó un momento para reflexionar, con el rostro pensativo. «Sí, es una gran casualidad. ¿Qué necesitas de mí?».
La joven ingenua de antes había desaparecido. Nyla podía percibir claramente las intenciones ocultas de Pearson: estaba interesado en ella.
Sorprendido por un momento, Pearson recuperó rápidamente la compostura, sin perder la sonrisa. «Me preguntaba si tendrías algo de tiempo libre. Hay un restaurante excelente cerca. ¿Quizás podríamos cenar juntos?».
«Lo siento, no tengo tiempo», respondió Nyla con decisión, rechazando la invitación de plano.
Su negativa no se debía a ninguna razón específica; simplemente prefería evitar involucrar a otros en situaciones complicadas.
La expresión de Pearson se ensombreció ante su rechazo. Apretó los puños, visiblemente decepcionado y reacio a aceptar su decisión. «¿Cuándo estarías disponible?».
Nyla no tenía intención de animarlo. Aunque ella había iniciado su anterior encuentro en el bar, estando ebria en ese momento, estaba decidida a no dejar que las cosas avanzaran.
.
.
.