No me dejes, mi querida mentirosa - Capítulo 261
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 261:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Una sombra de inquietud se apoderó de su corazón, como una tormenta que se avecina en un horizonte lejano.
Incluso en casa, sus pensamientos vagaban como hojas atrapadas por un viento impredecible. Estaba distraída, ausente, su vivacidad habitual se había apagado por un peso invisible.
Ethan, siempre observador, notó su inquietud. «¿Qué te preocupa?», le preguntó.
Nyla se sentó en la cama, con la mirada perdida mientras fijaba la vista en la tableta que tenía en las manos. La pregunta de Ethan la devolvió al presente, como una campana que atraviesa una mañana brumosa.
Al principio negó con la cabeza, con el instintivo «nada» en la punta de la lengua.
Pero entonces, el consejo de Ethan sobre la confianza afloró en su memoria.
Tras dudar un momento, finalmente habló.
—Mi hermano se niega a verme —admitió, con voz cargada de preocupación—. Siento que… algo está pasando en la prisión.
Aunque Hayes ya la había rechazado antes, esta vez era diferente, como un eco que traía consigo una nota desconocida.
Era una sensación inquietante que no podía articular, como si su intuición le susurrara una verdad que no estaba preparada para escuchar.
Ethan se metió en la cama a su lado y la rodeó con sus brazos. —No te preocupes —dijo con tono firme—. Tengo gente vigilando allí.
Nyla parpadeó, sorprendida por su atención. Lo miró, con los ojos luminosos de gratitud y un toque de incredulidad.
Para Ethan, esa mirada era irresistible, como un rayo de luz que atravesaba un cielo nublado.
Se inclinó y la besó suavemente, en un momento tierno pero profundo.
«¿Qué pasa?», le preguntó en voz baja.
«Ethan», comenzó ella con voz sincera, «¿siempre me tratarás así?».
Tu novela favorita continúa en ɴσνєʟα𝓼4ƒ𝒶𝓷.ç𝓸m que te atrapará
Sabía que las promesas eran frágiles, ligeras como plumas y tan fáciles de desvanecer.
Pensó en Lorenzo, que una vez le había prometido pudín de caramelo todos los meses.
Él había aceptado con una sonrisa, pero ella nunca volvió a ver el pudín, ni a él. Aun así, una parte de ella buscaba la seguridad de un voto, con la esperanza de que pudiera anclar su inquieto corazón.
«Lo haré», dijo Ethan, con voz cálida y sincera.
Nyla le rodeó el cuello con los brazos y su beso se intensificó, una tranquila sinfonía de amor y anhelo.
Sin embargo, el amor, por mucho que encienda la pasión, también enseña a contenerse.
Finalmente, se recostaron en la cama, con sus respiraciones mezclándose en el suave silencio. La mano de Ethan se posó sobre el vientre de ella, un testimonio silencioso de la vida que estaban esperando.
.
.
.