No me dejes, mi querida mentirosa - Capítulo 249
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Capítulo 249:
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Keith se recostó tranquilamente en su asiento del bar, con una expresión divertida en el rostro mientras leía el mensaje de Benson. Sus dedos se movieron por la pantalla de su teléfono, escribiendo con satisfacción. «Benson sigue siendo encantadoramente ingenuo».
Añadió otro mensaje: «Aquí no podemos hacer nada. Ethan la ha elegido a ella».
Los ojos de Benson permanecieron fijos en la pantalla, y su incredulidad aumentaba con cada palabra. El mensaje posterior de Jameson solo profundizó su confusión. «En efecto, Ethan está decidido a quedarse con ella».
Benson se llevó una mano a la frente para comprobar si tenía fiebre. Se enfrentó a la dura realidad que tenía ante sí: no se trataba de un sueño febril. ¡Maldita sea! Ethan realmente había caído en la infidelidad.
La situación amenazaba con convertirse en una catástrofe. Su conciencia luchaba dentro de él. ¿Debía mantenerse firme en sus principios morales o proteger los lazos de la amistad? Una vez más, la vida le había presentado una elección imposible.
Mientras tanto, Ethan acababa de regresar a casa. Echó un vistazo rápido a los mensajes grupales antes de apagar la pantalla y pedirle a Hana que aumentara las porciones de comida de Nyla.
Hana frunció el ceño, preocupada. —La señora Brooks ha tenido poco apetito últimamente…
—Me aseguraré de que coma bien. Solo prepárele la comida —dijo Ethan con tranquila autoridad—. El médico insistió en su deficiencia nutricional, que supone un riesgo para su salud.
Hana asintió y se puso manos a la obra.
Cuando Nyla vio la abundante comida que tenía ante sí, abrió los ojos con sorpresa. Se volvió hacia Ethan y le preguntó: «¿De verdad se espera que me coma todo esto?». La variedad de pollo, pescado y ternera le parecía excesiva.
«Es vital para tu bienestar», respondió Ethan con suave firmeza.
Nyla tragó saliva con aprensión. —¿No sería más beneficioso un enfoque equilibrado que tanta cantidad de una sola vez?
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Ethan se mantuvo firme. —He consultado con Leonard, quien confirma estos beneficios. Tómate tu tiempo con la comida.
—Hoy probaré cada plato —cedió Nyla—. Demasiada comida tiende a revolverme el estómago.
Ethan asintió y se sentó a la mesa con ella.
Su comida se vio interrumpida por el sonido de su teléfono.
Aunque al principio se mostró reacio, al reconocer el número de Benson, Ethan decidió contestar, sospechando que era importante.
Activó el altavoz y colocó el dispositivo sobre la mesa.
«Ethan». La voz de Benson sonó tensa, con una determinación cuidadosamente ensayada. Ethan frunció el ceño. «¿Cuánto necesitas?».
La pregunta se remontaba a años atrás, cuando Benson, sin un centavo, se había puesto en contacto con él tras marcharse de casa con unos recursos mínimos. A pesar de su irritación, Ethan le había proporcionado un millón de dólares y había invertido en secreto en la empresa de entretenimiento en beneficio de Benson.
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