No me dejes, mi querida mentirosa - Capítulo 223
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Capítulo 223:
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Nyla había estado muy ocupada últimamente, al igual que Ethan.
Como Ethan se encargaba de colaboraciones internacionales, a menudo estaba fuera de casa.
Nyla lo entendía, pero cada vez que regresaba a una habitación vacía, una ola de soledad la invadía. No sabía muy bien cómo explicarlo.
Con el teléfono en la mano, se quedó mirando la pantalla en blanco durante lo que le pareció una eternidad. Finalmente, salió al jardín y se sentó en el columpio con la tableta en la mano.
Había recuperado la tableta de Cloudscape Mansion y sabía que Callie se alojaba allí por decisión de la familia Brooks, no de Ethan.
Su mirada se posó en la lista definitiva que aparecía en la pantalla, aunque sus pensamientos estaban en otra parte: en Ethan. Soltó un profundo suspiro y luego se dio una ligera palmada en las mejillas, como si intentara salir de ese estado.
Se recordó una y otra vez que solo era un viaje de negocios, que no era como si él la estuviera engañando.
Dentro, Hana estaba ordenando la sala de estar cuando vio a Nyla sentada en el jardín. Dejó a un lado su trabajo y se acercó a ella.
Al verla acercarse, Nyla supuso que Hana estaba allí para regañarla.
—Hana, volveré arriba pronto. No te preocupes, ahora mismo no me encuentro mal —dijo Nyla rápidamente.
Hana esbozó una pequeña sonrisa resignada. —No me refería a eso. Solo quería venir a hablar contigo.
Nyla parpadeó sorprendida y luego esbozó una leve sonrisa. «Hana, ojalá fueras mi madre», dijo en voz baja.
Si Hana fuera su madre, tal vez alguien se daría cuenta de sus emociones, se preocuparía por cómo se sentía. Incluso si estuviera sentada sola, alguien pensaría en ella.
Las palabras de Vicki de aquel día aún le dolían, por mucho que Nyla intentara sumergirse en el trabajo para olvidarlas.
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«No soy digna de eso», dijo Hana con cautela. Dudó en tocar el cabello de Nyla, consciente de la línea que las separaba como empleadora y empleada.
Para Hana, Nyla le recordaba a Zaylee: alegre y amable en apariencia, pero frágil en el fondo. Zaylee también había sido incapaz de soportar la dura realidad del mundo.
Nyla era fuerte, pero vulnerable. Rara vez dejaba que los demás vieran ese lado de ella, pero Hana no podía evitar sentir simpatía por ella.
«No hay diferencia de estatus. Todos somos iguales», insistió Nyla, sacudiendo la cabeza. «Eres increíble, Hana. Lo digo en serio, me gustas mucho».
Vicki, por otro lado, siempre actuaba como si supiera lo que era mejor para Nyla, presionándola para que hiciera cosas que no quería hacer.
Incapaz de resistirse, Hana acarició suavemente la cabeza de Nyla. «Creo que deberías apoyarte un poco más en Ethan. No te compliques tanto la vida. Sé que no es el hombre más expresivo, pero puedo ver que te quiere de verdad. Estás asustada, lo veo. Por tu bien y por el del bebé, tienes que intentar relajarte».
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