No me dejes, mi querida mentirosa - Capítulo 175
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 175:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
El pulso de Nyla se aceleró. Cruzó la mirada con el hombre de la cicatriz, y la desconfianza de su expresión delató sus pensamientos.
El hombre con la cara llena de cicatrices se agachó frente a ella y la miró fijamente a los ojos. «¿Qué hacías allí atrás? ¿Conoces a Ethan?».
Sintió un nudo en el estómago y un miedo profundo la invadió como una pesada manta. Esos hombres, claramente enemigos de Ethan, la habían metido en algo que escapaba por completo a su control. Qué mala suerte.
Fingiendo ignorancia, negó con la cabeza y balbuceó: —Yo… solo pasaba por aquí. No lo conozco. Lo juro.
El hombre con la cara llena de cicatrices se enderezó y hizo un gesto con la mano para que se marcharan. —Entonces matadla.
Se le cortó la respiración. ¿Qué? Su mente se tambaleó ante lo absurdo de la situación. ¿No conocer a Ethan era una sentencia de muerte? Eso no podía ser real.
El terror se apoderó de su pecho. «¡Lo conozco!», espetó Nyla, justo cuando Callie se despertaba, con los ojos desorbitados por el pánico.
«¿Cuánto quieres? ¡Pago lo que sea!», gritó Callie antes de ver a su compañera de cautiverio. «¿Nyla Green? ¿Por qué estás aquí tú también?».
El hombre con la cicatriz volvió a prestar atención. —¿Eres Nyla Green?
El corazón de Nyla latía con fuerza en su pecho. Las piezas encajaron. Los hombres habían estado buscando a alguien llamado Green. ¿La habían estado buscando todo este tiempo?
Tragó saliva con dificultad y negó con vehemencia. —¡No, no! Te equivocas. Yo soy Aitana Green. ¡Debe de haberme confundido con otra persona!».
El líder hizo un gesto a sus hombres. «Hacedle una foto y enviádselo a Ethan Brooks».
Las esperanzas de Nyla se desvanecieron.
Unos instantes después, uno de los subordinados preguntó: «¿Y esta mujer? Acabamos de confirmar que es la heredera de Higgins».
Historias exclusivas en ɴσνєℓα𝓼4ƒαɴ.𝓬𝓸𝓂 para fans reales
«¿La futura prometida de Ethan? Perfecto, mantenedla con vida», ordenó el líder antes de marcharse. «Entendido».
Cuando la puerta de hierro los volvió a sumir en la oscuridad, Nyla comenzó a idear planes de fuga, pero la amarga voz de Callie la interrumpió.
«Así que iban a por ti. Realmente traes mala suerte, ¿verdad? ¿Qué, ibas a la mansión Cloudscape a ver a Ethan? ¿Sigues suspirando por su amor?».
Nyla puso los ojos en blanco con tanta fuerza que casi se le atascaban. «¿De verdad crees que estaría en este lío si no me hubiera topado accidentalmente con la escena? No soy como tú, que siempre vas detrás de los hombres como si tu vida dependiera de ello».
Callie se sonrojó. «¿Perdón?», espetó, con la voz llena de indignación. Pero con las manos y los pies bien atados, no podía hacer mucho más que lanzarle miradas asesinas a Nyla.
Su frustración llegó al límite y empezó a forcejear contra las cuerdas, retorciendo las muñecas y los tobillos en un intento desesperado por liberarse. Las fibras se le clavaban en la piel, dejándole marcas rojas, pero las ataduras no cedían.
Nyla la observó en silencio durante un momento, luego suspiró y dijo secamente: «Si estás intentando suicidarte, quizá deberías replantearte tu estrategia. Es un poco complicado cortarse una arteria con una cuerda, ¿no crees?».
.
.
.
 
                                         
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                    