No me dejes, mi querida mentirosa - Capítulo 11
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 11:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Se tomó su tiempo, sacando a relucir su vulnerabilidad, retirándose justo cuando ella estaba a punto de quebrarse, como un depredador que juega con su presa.
Para cuando la dejó ir, su teléfono había vibrado nueve veces con llamadas perdidas de Vicki.
Nyla se recompuso, con las piernas temblorosas mientras se arreglaba la ropa. Ethan estaba a su lado, tan elegante como siempre. Ella soltó una risa burlona.
Su futura prometida estaba dentro, pero él estaba allí, asegurándose de que ella supiera que nadie podía satisfacerla como él. ¿Se suponía que eso la humillaría?
«Deja de enfadarte», dijo Ethan con indiferencia, ajustándose los gemelos. «El collar que querías te lo entregarán a finales de mes».
«No hace falta. Ya no me gusta».
Se dio la vuelta antes de que él pudiera ver la confusión en sus ojos. Cada paso que daba hacia la casa principal le resultaba más pesado que el anterior.
Sabía que sus palabras le irritarían, pero ¿qué importaba? Su exigencia era sencilla. Tenía que presionar a Ethan para que se casara con ella.
Él no la siguió. La constatación le dolió, extendiendo un dolor amargo por su pecho como un incendio forestal.
Cuando volvió a entrar en la casa, Vicki la estaba esperando, con el rostro enrojecido por la frustración. Agarró a Nyla por el brazo y la arrastró a un rincón apartado. «¿Por qué no has entrado antes? Roger ya se ha ido arriba. ¡Has echado a perder tu oportunidad!».
Nyla se soltó con un suspiro de cansancio. El momento elegido por Ethan era impecable, como siempre. La cena ya había terminado.
—¿Qué estabas haciendo? ¡Te llamé una docena de veces! —siseó Vicki.
—¿Crees que importa? La familia Brooks apenas nos tolera. ¿Te gusta sentarte ahí y que te llamen rompehogares delante de todo el mundo? —replicó Nyla.
Vicki se quedó con la boca abierta, los labios temblando por las palabras que no podía articular. La paciencia de Nyla se agotó. —¿No habías concertado una cita con el segundo hijo de la familia Fowler? Dile que mañana llegaré puntual.
Eso pareció apaciguar a Vicki, aunque su tono siguió siendo seco. —Está bien. Pero asegúrate de vestirte adecuadamente. No me avergüences.
Lo nuevo está en ɴσνєʟα𝓼4ƒ𝒶𝓷.c🍩𝗺 con contenido nuevo
Nyla apenas logró asentir, con las sienes palpitando. Lo único que quería era salir de esa casa asfixiante. Su mirada se desvió hacia Ethan y Callie, que estaban de pie no muy lejos. Parecían perfectos juntos, caminando uno al lado del otro, con sonrisas naturales.
«He oído que el compromiso de Ethan con Callie está fijado para después de Año Nuevo», murmuró Vicki, con un tono calculador. «Deberías considerar la posibilidad de mejorar tu relación con él. A la larga, podría beneficiarnos».
«¿Ya se ha fijado la fecha?».
La voz de Nyla se quebró mientras sus ojos seguían a Ethan y Callie hasta que desaparecieron entre la multitud. Bajó la mirada, ocultando el dolor que tanto se había esforzado por disimular.
«Ethan, no sabía nada de tu cena familiar. Mis padres tampoco me lo habían mencionado. Quizás pensaron que nuestras familias eran lo suficientemente cercanas como para que no importara. Espero no haber sido una intrusa», dijo Callie disculpándose mientras se abrochaba el cinturón de seguridad en el asiento del copiloto.
.
.
.
 
                                         
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                    