Multimillonario desalmado: Nunca debió dejarla ir - Capítulo 97
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 97:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Junto a ella había otra cuidadora, de complexión mucho más delgada.
«¿Crees que estás agotada?», respondió la cuidadora más delgada. «Estás cuidando a Derek Watson, ¿verdad? Todo el mundo sabe que es el más fácil de manejar y que paga más que nadie».
La cuidadora de Derek asintió lentamente con la cabeza. «Así es. Todo se volvió más difícil cuando su nuera dejó de visitarlo».
Una chispa de sorpresa cruzó el rostro de la cuidadora delgada. «¿En serio? ¿Es así?».
«Por supuesto», respondió la cuidadora, llevando las manos a la espalda para frotarse la espalda dolorida. «Solía venir a menudo y se ocupaba de muchas cosas ella misma. Sinceramente, es más atenta que la mayoría de nosotros en este trabajo».
La delgada cuidadora no parecía convencida. «¿Está segura? No paro de ver comentarios en Internet sobre su reputación. Hay rumores de que ignora las infidelidades de su marido solo para tener una vida cómoda».
La cuidadora de Derek le dio un golpecito suave, haciéndola detenerse. «¿De verdad escuchas esos chismes en Internet? Las cuidadoras sabemos lo que cuesta cuidar a alguien que está enfermo. Los Watson tienen mucho dinero. Si ella fuera realmente tan egoísta, ¿por qué se sometería a todo esto?».
Aun así, la delgada cuidadora parecía dudar. «¿Y si solo está fingiendo?».
La cuidadora de Derek negó con la cabeza y siguió frotándole la espalda. «Si eso fuera cierto, solo tendría que fingir para su marido. Nadie iría tan lejos si no fuera así. ¿No te has dado cuenta de la frecuencia con la que Derek ha sido ingresado últimamente?». La delgada cuidadora asintió ligeramente con la cabeza.
«Es porque los sirvientes de la casa no le estaban cuidando bien», dijo la cuidadora de Derek con un suspiro. «No es que sean descuidados, claro, pero ella siempre le prestaba especial atención. Derek estaba mejor con ella cerca. Y su suegra no tenía nada de qué preocuparse. ¿Pero ahora? La pobre anciana se está agotando».
Una mirada de confusión se reflejó en el rostro de la delgada cuidadora. «Pensaba que…».
úʟᴛιмσѕ chαρᴛєrs ɴσνєʟαѕ𝟜ƒαɴ.ç0м
Siguieron charlando, y la conversación se fue desviando, mientras Brandon permanecía fuera de la vista, escuchando en silencio.
Su abuelo siempre había sido muy importante para su familia, por lo que solo se elegía a los cuidadores más fiables para él.
Siempre había suficientes médicos, enfermeras, cuidadores y sirvientes a disposición de la familia. Aun así, había una diferencia notable entre la atención profesional y el tipo de atención que podía brindar alguien que realmente se preocupaba.
Hasta ahora, Brandon nunca había pensado mucho en esa diferencia.
El recuerdo resurgió cuando Millie le tomó suavemente la mano y le tranquilizó con dulzura: «Brandon, no tienes por qué preocuparte. Me aseguraré de que tu abuelo esté bien cuidado».
Recordó las pilas de libros sobre cuidados que ella había traído a casa, con las páginas llenas de notas escritas a mano. Se había tomado el tiempo de estudiar cada detalle.
Brandon bajó la mirada brevemente, sintiendo que el peso de sus pensamientos se hacía más pesado. Millie siempre cumplía con lo que se proponía.
El Hospital Crobert estaba a poca distancia del sanatorio donde se encontraba Derek. Brandon se preguntó si Millie seguiría allí. Se le pasó por la cabeza la idea de ir a visitarla.
En el Hospital Crobert ya era mediodía.
Alexia explicó que su amiga aún no había respondido, por lo que había decidido visitarla durante su hora de almuerzo. Eso le dejaba a su hermano, Giffard, la tarea de llevarle el almuerzo a Millie.
.
.
.