Multimillonario desalmado: Nunca debió dejarla ir - Capítulo 883
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Capítulo 883:
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Persistía la incertidumbre sobre si la cuidadora había cometido realmente actos atroces. Sin embargo, su propia presencia allí, reunidos como una turba enfurecida dispuesta a desatar la violencia, era una prueba irrefutable de sus decisiones equivocadas. Seguían surgiendo preguntas sobre si Vivian había perpetrado a sabiendas el engaño del cáncer de estómago, pero la realidad médica lo dejaba claro: no había rastro de la enfermedad en su cuerpo.
En el ámbito digital de la retransmisión en directo, los mensajes caían como un torrente torrencial sobre innumerables pantallas. La retransmisión había atraído a una enorme audiencia, cuyo número aumentaba por momentos. La persona que controlaba la retransmisión había amplificado el volumen de la grabación, asegurándose de que cada palabra condenatoria llegara a los oídos ansiosos de todo el ciberespacio, propagándose como la pólvora a través de la red interconectada de las redes sociales.
La rabia de Vivian ardió con fuerza al ver cómo su mundo cuidadosamente construido se desmoronaba en tiempo real. Sus dedos volaron por la pantalla de su dispositivo, tecleando mensajes desesperados en frenética sucesión.
«¡Está mintiendo!
«¡No la escuchéis!».
«¡La grabación es falsa! ¡Destruidla!».
«¡Tengan fe inquebrantable en la inocencia de Vivian! ¡Obliguen a esta malvada a afrontar las consecuencias de su traición!».
Los mensajes incendiarios de Vivian dividieron a la multitud de Vivian Floral Design en dos facciones enfrentadas, creando un campo de batalla de lealtades y emociones conflictivas. Estallaron enfrentamientos acalorados entre los grupos opuestos, como incendios forestales que se propagan por la pradera seca.
Una facción permaneció firmemente dedicada a Vivian, con una lealtad tan ardiente como siempre. La otra facción, cada vez más asustada por la escalada de la situación, quería retirarse de la peligrosa confrontación. Pero los partidarios acérrimos interpretaban cualquier intento de retirada como la mayor traición, considerando a los que vacilaban como traidores alineados en secreto con la causa de Millie. La locura consumió sus pensamientos racionales, transformando a cualquiera que se atreviera a cuestionar su misión en un enemigo digno de ira.
Cuando varias personas intentaron escapar de la volátil escena, los fanáticos formaron barreras humanas para bloquear su huida. Las palabras se convirtieron en acaloradas discusiones, que luego estallaron en enfrentamientos físicos. El desacuerdo e e se convirtió en una pelea a gran escala, con puñetazos y choques corporales en un combate caótico.
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Para empeorar aún más la situación, el teléfono continuó su implacable retransmisión, transmitiendo cada momento del caos que se desarrollaba a cientos de miles de espectadores horrorizados en todo el panorama digital. Los espectadores en línea se quedaron paralizados ante sus pantallas, presenciando escenas que nunca hubieran imaginado ni en sus peores pesadillas.
«¡Absolutos idiotas! ¡Imbéciles completos y totales!», Vivian apretó los dientes mientras las palabras venenosas silbaban a través de su mandíbula apretada. «¡Abandonad esta lucha inútil y centrad vuestra ira en la cuidadora!».
Agarró otro dispositivo con desesperada urgencia y llamó a contactos que pudieran eliminar al cuidador mientras el caos proporcionaba la cobertura perfecta para tales actos oscuros. Al mismo tiempo, mantuvo su asalto al chat a través de su cuenta anónima, instando a sus seguidores más devotos a irrumpir por la puerta y alcanzar su objetivo. Pero el campo de batalla se había sumido demasiado en la locura como para que nadie prestara atención a sus órdenes digitales.
Todas las personas presentes se habían visto consumidas por la violencia inmediata que las rodeaba, con su atención centrada en intercambiar golpes en lugar de seguir órdenes. Incluso el teléfono que transmitía su vergüenza había sido derribado, olvidado en la refriega.
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