Multimillonario desalmado: Nunca debió dejarla ir - Capítulo 848
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 848:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Aún podía imaginar la forma en que sus ojos se habían clavado en los suyos a través de su elegante máscara, transmitiéndole un mensaje que él había sido demasiado ciego para comprender en ese momento. En esa mirada, él era el monstruo que había asesinado a su hijo y luego había tenido la audacia de robar el regalo destinado a su bebé para beneficiar a otra mujer.
El dolor y el arrepentimiento lo abrumaron como un tsunami, ahogándolo en la magnitud de sus crímenes contra la mujer a la que decía amar.
Las lágrimas comenzaron a caer en un torrente constante, cada gota golpeando la superficie de la tanzanita antes de deslizarse como diamantes líquidos.
Sentía como si unas garras invisibles le estuvieran desgarrando el corazón en pedazos sangrientos. La pregunta resonaba en su mente: ¿Qué mal indescriptible había desatado sobre el amor de su vida?
La supuesta enfermedad de Vivian se reveló como nada más que una elaborada mascarada, una red de mentiras calculadas tejidas con maliciosa intención.
La ira ardió en el pecho de Brandon como un incendio forestal, consumiendo todo pensamiento racional.
La pura audacia de su traición le golpeó como un golpe físico: ¿cómo se atrevía a manipularlo con tanta crueldad calculada?
¡Le había alimentado con mentiras mientras le obligaba a soportar sus representaciones teatrales, cada una más indignante que la anterior!
Su desprecio por Vivian ardía junto con su disgusto por su propia estupidez ciega. Los dedos de Brandon se cerraron con fuerza alrededor de la tanzanita, y la preciosa piedra le cortó la palma de la mano mientras sus nudillos se ponían blancos como la cal.
Llamó a Eugene con una sola llamada telefónica urgente.
En cuestión de segundos, la voz de Eugene atravesó la cacofonía del alboroto de fondo. —Sr. Watson —Eugene anunció su presencia con eficiencia profesional.
Encuentra más en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒαɴ.ç0𝓂 disponible 24/7
«¿Cuál es nuestra situación actual?», exigió Brandon, con palabras tan afiladas como cristales rotos.
Eugene observó a la multitud de seguidores persistentes que tenía detrás antes de refugiarse en un pasillo desierto.
«Tenemos a Vivian asegurada para realizarle pruebas médicas exhaustivas, aunque se resiste en todo momento», informó Eugene con precisión clínica. «Tranqu , señor Watson, me aseguraré de que se completen todas las pruebas. Ella se someterá a nuestras exigencias, ya sea cooperando o resistiéndose».
«¿Cuánto tiempo tardaremos en tener respuestas concretas?», presionó Brandon, con impaciencia en cada sílaba.
«Veinticuatro horas como máximo, muy posiblemente antes de que caiga el telón esta noche», confirmó Eugene sin dudar.
La verdad parecía inevitable: Vivian estaba orquestando una elaborada farsa médica y ellos solo necesitaban pruebas definitivas sobre su supuesto diagnóstico de cáncer. Eugene aceleraría todo el proceso si fuera necesario.
Todos contuvieron la respiración, esperando una confirmación irrefutable.
A pesar de que sus convicciones internas brillaban como faros, necesitaban pruebas irrefutables para sellar el destino de Vivian.
«Excelente trabajo». La aprobación de Brandon resonó a través de la línea antes de que la conexión se cortara y se hiciera el silencio.
.
.
.