Multimillonario desalmado: Nunca debió dejarla ir - Capítulo 835
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Capítulo 835:
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Pero Millie se mantuvo firme, con la mirada fija en Vivian, esperando.
Vivian seguía sin responder.
Para entonces, Myron llegó primero hasta Millie.
—Millie —dijo con suavidad, colocándose a su lado.
Ella lo miró y luego asintió con la cabeza para indicarle que estaba bien.
Por fin, soltó la muñeca de Vivian.
«Está bien, puedes seguir. Esta vez no te detendré», dijo Millie con calma.
Vivian se quedó paralizada, incrédula.
—¿Qué? —susurró.
Millie volvió a asentir con una pequeña sonrisa, como animándola.
La brisa volvió a agitar las hojas, susurrando a su alrededor.
Los sentimientos de Millie hacia Vivian se retorcían en su interior.
Antes, había pensado que la desesperación de Vivian era real, que su enfermedad y sus días contados la habían vuelto loca, hasta el punto de arruinar su matrimonio solo para estar con Brandon.
Pero ahora sabía la verdad: Vivian había fingido su enfermedad desde el primer día. Entonces, ¿qué significado tenían todo el dolor y las calumnias que le había infligido a Millie?
Se le encogió el pecho mientras observaba a Vivian. Estaba esperando el siguiente movimiento de Vivian.
Vivian miró a su alrededor, todavía llorando, y su mirada se volvió fría y llena de odio cuando se posó en Millie.
Ya no le importaba. Inmediatamente decidió hacerse la loca.
Su voz se elevó, salvaje y quebrada, como si realmente hubiera perdido la cabeza.
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Al menos, podía salir de ese momento con un farol. El resto se resolvería más tarde.
«¡Basta!», gritó Brandon finalmente.
Se acercó tambaleándose, con la pierna lesionada que le hacía doloroso cada paso, y el rostro pálido como la tiza.
Su guardaespaldas corrió con la silla de ruedas detrás de él, tratando de alcanzarlo.
Eugene, que acababa de llegar, se apresuró a ayudarlo.
—¡Sr. Watson! —gritó Eugene, pero Brandon lo ignoró, con la mirada fija únicamente en Vivian.
Su mirada ardía de resentimiento.
—Llévenla a que la examinen —ordenó, con un tono frío como el acero.
—¡Brandon, tienes que creerme! —Vivian entró en pánico por fin. Si él descubría la verdad, todo se derrumbaría: sus planes, sus excusas, incluso las mentiras que había tejido contra Millie. Y si él seguía indagando y descubría lo que realmente había sucedido en el pasado…
Se le heló la sangre.
Aún no había asegurado su lugar como esposa. ¡Nada de esto debía suceder ahora!
No podía permitir que sucediera.
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