Multimillonario desalmado: Nunca debió dejarla ir - Capítulo 798
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Capítulo 798:
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En la oscuridad que lo ocultaba todo, una figura sombría permanecía encorvada sobre la pantalla de su ordenador. Sus manos sostenían un tesoro de pruebas incriminatorias. Cada detalle pintaba una imagen nítida del engaño de Vivian.
Mientras las masas en línea continuaban con sus acalorados debates, esta explosiva situación permanecía envuelta en un misterio impenetrable, con innumerables usuarios ahogados en teorías contradictorias y especulaciones descabelladas.
Millie, sin embargo, abandonó toda vacilación y ejecutó su golpe maestro al etiquetar directamente al médico que atendía a Vivian en su publicación. El médico se encontró en una encrucijada y, sin perder un instante, subió la grabación de respaldo que sellaría múltiples destinos. Aunque esta decisión garantizaba la aniquilación total de su carrera médica, ante la elección entre perder su profesión y ser destruido por completo, comprendió qué camino le ofrecía la más mínima esperanza de supervivencia.
Además, sus perspectivas profesionales ya se habían reducido casi a nada. Su escandaloso historial de aceptar sobornos para falsificar documentación médica ya había sido arrastrado a la dura luz del escrutinio público. El archivo de audio subido captaba la voz de Vivian con una claridad cristalina: «Diagnóstiqueme depresión, diga que no puedo manejar el estrés, especialmente el de Millie, y que necesito el cuidado y la atención de Brandon…».
Millie observaba fascinada cómo los comentarios debajo de esta explosiva publicación se acumulaban a la velocidad del rayo. Dejó que una sonrisa de satisfacción se extendiera por su rostro. Había descubierto por casualidad el diagnóstico fraudulento de depresión de Vivian.
El médico responsable había sido recientemente denunciado por aceptar pagos corruptos a cambio de crear documentación médica fraudulenta. Aunque el número de personas involucradas en este escándalo se había minimizado cuidadosamente mediante un control estratégico de los daños, el propio tratamiento de Millie en este centro le garantizaba que se enteraría de estos explosivos acontecimientos.
Más tarde, al descubrir que también era el médico personal de Vivian, Millie ató cabos con una precisión milimétrica. Su posterior acercamiento al médico caído en desgracia dio resultados inmediatos, ya que este le reveló con entusiasmo toda la historia y le proporcionó acceso a la grabación incriminatoria.
Había ocultado deliberadamente esta arma nuclear para no hacerla pública, esperando pacientemente a que llegara información crucial de sus contactos en Flaville.
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«Pero la identidad de este misterioso usuario 567 sigue escapándome por completo», reflexionó Millie en silencio, con la mirada fija en la feroz batalla online que seguía librándose.
Tras varios momentos de intensa reflexión, redactó un mensaje directo al usuario anónimo, ya que su curiosidad le exigía respuestas sobre sus verdaderas motivaciones y circunstancias.
El usuario 567 había visto el mensaje directo de Millie, pero no respondió. A Millie le pareció extraño.
No dejaba de pensar en quién podría haber conservado esos documentos para publicarlos ahora. Se le ocurrieron varias posibilidades. Podría ser alguien cercano a ella, pero aún más cercano a Vivian, alguien que había guardado silencio por lealtad, pero que de repente había decidido volverse contra Vivian. O podría ser alguien que acababa de hacerse con los archivos y había decidido apoyarla. O tal vez era simplemente un desconocido que había descubierto la verdad, había visto a través de las mentiras de Vivian y había decidido desenmascararla. Sin embargo, por mucho que lo pensara, ninguna de las caras que tenía en mente encajaba.
Mientras tanto, en los otros coches, cada uno tenía su propia reacción. En el coche de los hermanos Hussain, Alexia se volvió hacia Giffard, desconcertada. «¿Ha sido cosa tuya?». Giffard negó con la cabeza, sin apartar la vista de la carretera.
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