Multimillonario desalmado: Nunca debió dejarla ir - Capítulo 789
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Capítulo 789:
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Brandon permaneció clavado en el sitio.
A su alrededor, los últimos espectadores se fueron marchando, mientras que su asistente se quedó cerca, esperando instrucciones.
Aferrándose a la caja fuerte, Brandon parecía no estar dispuesto a rendirse.
Hizo varios intentos más.
«¡Contraseña incorrecta!».
Los interminables mensajes de error lo estaban llevando al límite.
Detrás del escenario, Barbara guió a Millie hasta una silla.
El sudor se adhería a la piel de Millie, cuyo cuerpo aún temblaba tras las dos intensas horas de actuación.
Barbara no perdió tiempo y le entregó una botella de agua tibia y una bebida energética.
Millie se las bebió de un trago, y el cansancio se alivió un poco.
En el escenario no se había dado cuenta, pero en cuanto bajó, el peso del agotamiento se apoderó de ella. Había pasado semanas preparando su resistencia para esa noche, solo para que ese ataque lo echara todo por tierra.
Afortunadamente, ver a Brandon ya no la sumía en una espiral de pánico. Solo eso ya le parecía una pequeña victoria.
«¡Internet está que arde!», anunció Barbara mientras le secaba el sudor a Millie.
Charles irrumpió por la puerta, prácticamente radiante de emoción. —Solo los clips promocionales ya se están volviendo virales, y esa enorme mariposa dron… ¡Todo el mundo está hablando de ello! Cuando los fans suban lo que han grabado, habrá aún más revuelo.
Charles parecía tan orgulloso que era contagioso.
«¡Millie, te has adueñado por completo del escenario!», dijo Charles con los ojos brillantes.
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Sinceramente, había estado nervioso antes de esa noche, pero no por problemas técnicos. Como director ejecutivo de la empresa de entretenimiento, había visto más que suficiente desastres en conciertos y escándalos de famosos. Lo que realmente le quitaba el sueño era la salud de Millie, tanto física como mental. Sus dificultades no pasaban desapercibidas para nadie cercano a ella.
A pesar del aire acondicionado a toda potencia entre bastidores, Millie seguía empapada en sudor. El cansancio le pesaba en las extremidades, pero su ánimo estaba por las nubes. Sintiendo la preocupación de Charles, le dio una palmada tranquilizadora en el brazo.
«Estoy bien», dijo. «De verdad».
Enfrentarse a Brandon ya no la sumía en una espiral de ansiedad, y estaba segura de que seguiría progresando.
Charles aceptó su respuesta con un gesto de alivio.
Un momento después, llegaron Myron y Egbert. Myron había mantenido en secreto la mayoría de los detalles del ataque, y solo le había dicho a Egbert que Millie había resultado herida. Egbert había descubierto la verdad hacía solo unos minutos, al escuchar por casualidad la conversación entre Giffard y Alexia. Casi perdió la compostura y sintió un fuerte deseo de matar a Brandon.
La mirada de Millie recorrió el backstage, fijándose en todas las caras conocidas: Giffard, Alexia y luego otros: Adriana, Jayceon, Sheridan, Seville… uno tras otro, todos ellos allí por ella.
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