Multimillonario desalmado: Nunca debió dejarla ir - Capítulo 674
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 674:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Desde la pantalla de proyección, la voz de Millie resonó, tranquila pero cortante.
«Evans Entertainment y yo hemos presentado oficialmente una demanda conjunta. Vivian, más te vale estar preparada».
Su transmisión en vivo terminó ahí.
La conmoción ya no le preocupaba.
Después de confirmar que la transmisión había terminado, le devolvió el teléfono de la empresa a Charles.
Se miraron en silencio, con complicidad.
Había llevado mucho tiempo, pero la justicia finalmente se había inclinado a su favor.
Charles levantó el puño en señal de victoria.
Los ojos de Millie, sin embargo, permanecieron fijos en Vivian, fríos y distantes.
La mayoría de las personas del público eran fans que habían pagado por ver la retransmisión offline de Vivian.
La plaza pareció explotar de golpe.
«¡Devuélvanos el dinero!
«¡Vivian, devuélvenos nuestro dinero!».
Sin el muro de guardias de seguridad, la multitud podría haber avanzado y asaltado el escenario.
Vivian interrumpió la retransmisión en directo apresuradamente.
Desapareció la imagen amable y frágil que solía proyectar; ahora sus rasgos se retorcían de frustración.
«Por aquí, señorita Simpson». Los guardias de seguridad se movieron de inmediato, rodeándola y sacándola del lugar.
Sus ojos lanzaron una última mirada venenosa hacia la enorme pantalla antes de seguirles, con los dientes apretados.
Actualizaciones diarias desde ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.c♡𝓂 con sorpresas diarias
Una formación de guardias, que claramente esperaban problemas, se abrió paso entre la multitud hasta que un elegante todoterreno se detuvo para llevársela.
Cuando el vehículo dobló la esquina de la plaza, se cruzó con otro coche. Algo hizo que Vivian levantara la vista y allí estaba Millie en el asiento trasero, con la mirada fría e inquebrantable mientras los dos coches se cruzaban.
Los labios de Millie esbozaron una leve sonrisa, aunque la frialdad de sus ojos nunca se derritió.
«¡Ah!».
La furia de Vivian estalló, haciendo que todo lo que había sobre la mesa del todoterreno se estrellara contra el suelo.
El estruendo solo avivó su ira.
Apretó los puños con tanta fuerza que le dolieron los nudillos, y sus ojos ardían de pura malicia.
En ese momento, lo único que deseaba era estrellarse contra el coche de Millie y atravesarla con una navaja.
Su cuidadora, que estaba a su lado, se sobresaltó ante el repentino arrebato.
En el suelo, su teléfono no dejaba de vibrar.
El identificador de llamadas decía Johnny.
Un mensaje tras otro aparecía en la pantalla.
«Señorita Simpson, ¿cuál es el plan ahora?».
.
.
.