Multimillonario desalmado: Nunca debió dejarla ir - Capítulo 604
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Capítulo 604:
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Se giró hacia el dispositivo de transmisión.
Vivian había preparado un ramo fresco, listo para la cámara.
«Son rosas Renoids», dijo, con el rostro aún manchado de lágrimas.
Millie miró fijamente a Vivian, sin decir nada, esperando a que continuara.
Decidida, Vivian se secó las lágrimas con el dorso de la mano.
«Tu opinión no me importa», insistió. «Nada de lo que me acusaste se me pasó por la cabeza. Nunca quise hacerte daño. La gente me insistía en que echara un vistazo al dormitorio principal, pero no lo hice. Era mi forma de mostrarte respeto», añadió Vivian, con los labios fruncidos en un pequeño puchero.
Millie no mostró ni una pizca de emoción en su rostro. «¿Y luego?».
Las lágrimas de Vivian comenzaron a brotar de nuevo. —Entonces me doy cuenta de que ser amable contigo no sirve de nada. La gente sigue convencida de que estoy aquí para atacarte. —Sorbiéndose los mocos, Vivian se secó los ojos—. Está bien, entonces. Me iré de todos modos.
El orgullo herido y la rebeldía se reflejaban en su tono, como si Millie la hubiera empujado hasta ese punto.
Millie soltó una breve risa divertida ante tal despliegue.
«Si te pidiera que no te fueras, ¿eso te detendría? Deja de fingir, Vivian. Si quieres entrar, hazlo».
Vivian no supo cómo responder tras las contundentes palabras de Millie.
«Tú…», tartamudeó, sin saber qué más decir.
Millie decidió ignorar a Vivian y siguió hablando de la nueva colección a su grupo sin apenas pausa.
Los espectadores que veían la retransmisión no pudieron evitar echarse a reír.
«Millie tiene mucho carácter», comentó alguien.
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Con la mirada fija en el suelo, Vivian ocultó la amargura que se estaba gestando en su interior.
En ese momento, llegó un mensaje: Eugene y Darden habían llegado a la villa. Su equipo de seguridad aún controlaba la entrada, pero se les acababa el tiempo.
Tenía que actuar rápido.
Negándose a ceder, Vivian murmuró: «No puedes impedirme entrar en el dormitorio principal simplemente diciéndome que me mantenga alejada. Millie, has preparado sorpresas para el lanzamiento. ¿Qué será lo próximo? Estoy deseando averiguarlo».
Al no recibir respuesta, observó cómo Millie terminaba la presentación del producto, sin inmutarse.
Poco después, Vivian cogió su ramo y se dirigió directamente al dormitorio principal, decidida a ver el lugar que Millie y Brandon habían compartido. A un lado, Millie hizo una llamada. «Es la hora, Myron», dijo, con una sonrisa de satisfacción iluminando sus ojos.
En algún lugar más allá de la villa, el lejano zumbido de las hélices de un helicóptero se acercaba, cada vez más fuerte.
En Serenity Villa, Vivian colocó con delicadeza el jarrón sobre la mesa. La cámara en directo seguía cada uno de sus movimientos.
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