Multimillonario desalmado: Nunca debió dejarla ir - Capítulo 576
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 576:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
¿No seguía Myron atrapado en la fase de persecución de su cortejo?
Al observar la momentánea sorpresa que se reflejó en la expresión de Egbert, Brandon sintió una retorcida sensación de placer vengativo.
«Te estoy contando la verdad sin tapujos», continuó Brandon, saboreando cada matiz de la expresión de desconcierto de Egbert. «Ella hizo su declaración directamente delante de mí y, además…».
Brandon dejó que el suspense se acumulara deliberadamente antes de asestar el golpe final. «Ella presionó sus labios contra los de Myron ante mis propios ojos».
«¡Eso es absolutamente imposible!», exclamó Egbert con los ojos desorbitados y la incredulidad reflejada en cada rasgo de su rostro.
En un instante, agarró a Brandon por los hombros con una intensidad aplastante y lo miró fijamente a los ojos, como si buscara cualquier rastro microscópico de engaño o mentira. Pero los ojos de Brandon no contenían nada más que la cruda honestidad de una profunda angustia.
«Lo vi con mis propios ojos», continuó Brandon, con la voz cargada de dolor. «Ella parecía estar completamente enamorada de él».
Egbert miró a Brandon con una mirada asesina.
«¡Smack!». La palma de Egbert impactó en la mejilla de Brandon con una sonora bofetada que resonó en toda la habitación.
«¡Has orquestado esta revelación deliberadamente! ¡No había ninguna necesidad de torturarme con detalles tan insoportables!». Los ojos de Egbert se habían transformado en dos charcos de ira carmesí.
Brandon soltó una risa desprovista de cualquier alegría genuina, mientras se limpiaba con los dedos el rastro carmesí que la violencia de Egbert había dejado en la comisura de su boca. «Si hubiera omitido algún detalle específico, ¿cómo podría haberte convencido de la realidad?».
Miró directamente a los ojos ardientes de Egbert, reconociendo un reflejo perfecto de su propio estado atormentado de aquella noche de pesadilla, y descubrió una perversa sensación de vindicación al compartir su tormento.
Capítulos recién salidos en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒαɴ.c♡𝗺 con lo mejor del romance
«¡Basta!». Egbert empujó a Brandon con disgusto y comenzó a caminar frenéticamente por la habitación, con la mente acelerada para procesar esta devastadora información.
«Egbert». La voz de Brandon rompió de repente la atmósfera llena de tensión.
«¿Qué pasa ahora?», espetó Egbert, conteniendo a duras penas su hostilidad.
«Aquel día en Flesta», preguntó Brandon, con una tristeza abrumadora. «¿Qué ocurrió durante esos diez minutos cruciales en los que yo no estaba presente?».
Egbert observó la maltrecha figura de Brandon, desplomada contra el cabecero, con la sangre aún goteando de su boca herida, y se permitió un momento de reflexión. Llegó a la conclusión de que había llegado el momento de que Brandon se enfrentara a ciertas verdades incómodas.
Los ojos de Egbert siguieron los movimientos laboriosos de Brandon mientras luchaba por levantarse, y una ola de melancolía lo inundó como una marea fría.
«¿Por casualidad tienes vino?», preguntó Egbert con voz tranquila pero desesperada.
Brandon optó por el silencio en lugar de las palabras, y en su lugar extendió la mano hacia la ornamentada campana de la mesilla de noche que brillaba a la luz de la tarde.
.
.
.